Agencias
Distintas ciudades de Bangladesh vivieron fuertes jornadas de violencia debido a enfrentamientos entre manifestantes, que ahora exigen la dimisión de la primera ministra Sheikh Hasina; y seguidores de la Liga Awami, partido de esa líder política.
Al menos 73 muertos dejaron los enfrentamientos este domingo, de los cuales 14 fueron policías, por lo que el Gobierno declaró toque de queda a partir de las 18.00 horas (1200 GMT), la primera vez que toma una medida de este tipo durante las actuales protestas. También anunció tres días de vacaciones generales a partir del lunes.
El mes pasado, al menos 150 personas murieron, según Reuters; 10.000 fueron detenidas y miles resultaron heridas, según AP, en actos de violencia desencadenados por las protestas iniciadas por grupos de estudiantes contra las cuotas de puestos de trabajo en el Gobierno.
Este es uno de los peores disturbios de los 20 años del gobierno de Hasina, quien a sus 76 años, está en su cuarto mandato consecutivo, luego de ganar las elecciones de enero, las cuales recibieron un boicot por parte del principal partido de oposición, el Nacionalista de Bangladesh.
Además, según dijeron los operadores móviles del país, el Gobierno cortó los servicios de internet de alta velocidad y redes sociales como Facebook y WhatsApp no están disponibles, ni siquiera a través de conexión de banda ancha.
En la capital Dhaka se han reportado enfrentamientos con palos y tubos de metal e incluso se ha alertado sobre disparos entre manifestantes y fuerzas policiales.
Los críticos de Hasina, junto con grupos de derechos humanos, han acusado a su Gobierno de usar fuerza excesiva para reprimir el movimiento, una acusación que ella y sus ministros niegan.
Los estudiantes ahora quieren la cabeza del Gobierno
El Movimiento Estudiantil Contra la Discriminación surgió a principios de julio, exigiendo el fin de unas plazas que reservó el Gobierno dentro de los empleos públicos para destinarlos a familiares de combatientes en la guerra de independencia de 1971.
A pesar de que el Tribunal Supremo ordenó al Gobierno abolir la mayor parte del 30% de las cuotas, los estudiantes han decidido mantener las manifestaciones para exigir justicia para las víctimas de la violencia.
Las protestas se tornaron violentas a mediados de julio, luego que organizaciones de derechos humanos denunciaran ataques violentos por parte de seguidores del Gobierno.
Una tensión que aumentó cuando la primera ministra Hasina comparó a los estudiantes con un grupo que colaboró con Pakistán durante la guerra de independencia y los tildó de terroristas.
Quienes están protestando en las calles ahora no son estudiantes sino terroristas que buscan desestabilizar la nación (…) Hago un llamamiento a nuestros compatriotas para que repriman a estos terroristas con mano dura.
Organizaciones no gubernamentales como Amnistía Internacional han denunciado “represión desmesurada” por parte de las fuerzas de seguridad y los seguidores de la Liga Awami. También han señalado una campaña de arrestos indiscriminados.
El movimiento estudiantil ha llamado a un boicot total contra el Gobierno, con peticiones como no pagar impuestos, en un intento por aumentar la presión sobre las autoridades y conseguir el cumplimiento de sus demandas.