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Tras la confirmación del ministro de Economía, Luis Caputo, de que se envió lingotes de oro a Inglaterra, los economistas advirtieron del riesgo de embargar estos activos. La medida, calificada por el gobierno como «muy positiva» para el Banco Central de Argentina, pretende generar pagos de intereses al país. Sin embargo, similar al caso de la fragata Libertad en 2012, bajo la administración de Cristina Kirchner, las reservas de oro en el extranjero podrían enfrentar embargos derivados de acciones presentadas por fondos buitre, según expertos.

La preocupación se plantea en el contexto de maniobras financieras que entrañan la transferencia de activos valiosos a jurisdicciones extranjeras, lo que podría exponerlos a riesgos jurídicos. Sergio Palazzo, diputado nacional y líder sindical de los banqueros, pidió al Gobierno y al Banco Central aclaraciones sobre el traspaso de oro, realizado en dos momentos, el 7 y 28 de junio, a través de camiones de valores de la empresa Lumil, que llevó los lingotes al aeropuerto de Ezeiza. Desde allí, fueron abordados en vuelos de British Airways, supuestamente con destino al Banco Central de Inglaterra.

Fausto Spotorno, un exasesor del gobierno recientemente despedido, enfatizaba que si bien el oro puede ofrecer liquidez y rentabilidad financiera cuando se mantiene en el extranjero, también es susceptible a los embargos judiciales en curso, como los relacionados con el cupón del PIB y la compañía YPF. La legalidad de estas operaciones es compleja, y aunque hay formas de mitigar los riesgos, las implicaciones legales siguen siendo un desafío.

Además, el expresidente del Banco Central Alejandro Vanoli y el exministro Martín Guzmán también expresaron su preocupación. Vanoli señaló los riesgos asociados con Londres como un sitio de almacenamiento, citando embargos anteriores de reserva de otros países, mientras que Guzmán cuestionó si la estrategia del gobierno no estaba comprometiendo imprudiblemente valiosos recursos nacionales.

La situación pone de relieve la complejidad y los riesgos que entraña la gestión de activos de un banco central en un entorno económico mundial incierto y litigioso.