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El Gobierno de Alemania decidió que los componentes de las empresas chinas Huawei y ZTE ya no podrán utilizarse en las redes 5G del país europeo a más tardar a finales de 2026, como una medida de «seguridad y soberanía tecnológica».

Un comunicado del Ministerio Federal del Interior y para Asuntos Internos (BMI, por sus siglas en alemán) de Alemania informa que, tras negociaciones con los operadores de redes móviles Deutsche Telekom, Vodafone y Telefónica, se decidió que dejarán de usar componentes críticos de los fabricantes Huawei y ZTE en sus redes centrales 5G a más tardar a finales de 2026.

Además, los operadores están obligados a sustituir las funciones de esos componentes con soluciones técnicas de otros fabricantes para finales de 2029.

El Gobierno alemán justifica su decisión con la «importancia la seguridad y la soberanía tecnológica y digital de Alemania», ya que, dice, hay «riesgos» que plantean los componentes críticos de los dos fabricantes de origen chino.

«Hemos examinado muy de cerca los riesgos que plantean los componentes críticos de los dos fabricantes Huawei y ZTE en las redes móviles 5G alemanas. Ahora hemos llegado a un acuerdo claro y estricto con las empresas de telecomunicaciones. Los componentes críticos ya no podrán utilizarse en la red básica a más tardar a finales de 2026. En las redes de acceso y transporte, los sistemas de gestión críticos deben sustituirse a finales de 2029 a más tardar. Esto se aplica a las redes 5G en toda Alemania y no se limita a unos pocos lugares importantes”, declaró Nancy Faeser, ministra del Interior del país europeo.

La funcionaria agregó que con esa medida protegen los sistemas nerviosos centrales de Alemania como lugar de negocios, así como la comunicación de los ciudadanos, las empresas y el Estado ante lo que Berlín considera «peligros por sabotaje y el espionaje» por parte de Pekín.

«Las amenazas actuales subrayan la importancia de una infraestructura de telecomunicaciones segura y resistente, sobre todo teniendo en cuenta los peligros del sabotaje y el espionaje”, comentó Faeser.

Pekín ha negado categóricamente que las empresas chinas sean utilizadas como vehículo para espiar o realizar ataques cibernéticos en cualquier parte del mundo, y ha afirmado que este tipo de restricciones están encaminadas a estropear el desarrollo económico del gigante asiático.