Agencias
El escándalo desatado en Argentina por las 5.000 toneladas de alimentos retenidos en depósitos mientras la pobreza crece y los comedores populares dejaron de recibir ayuda del Gobierno se ha convertido en una piedra en el zapato para quien Javier Milei considera como la «mejor» ministra de asuntos sociales en décadas.
El caso saltó a la luz el pasado 22 de mayo, cuando el medio digital El Destape reveló que había alimentos retenidos en dos depósitos del Ministerio de Capital Humano, lo que desató una fuerte controversia pública y suscitó el inicio de una causa judicial.
La cartera está a cargo de Sandra Pettovello, amiga personal del mandatario y única persona de la que exhibe una foto en su despacho, según indicó en una reciente entrevista.
En las últimas horas, la ministra decidió desplazar al secretario de Niñez y Familia, Pablo de la Torre, por «problemas en la gestión» y por no cumplir con los requerimientos de información sobre los alimentos, explicó este viernes en rueda de prensa el portavoz presidencial, Manuel Adorni.
Confirmó, además, que Pettovello denunció a De la Torre y otros funcionarios ante la Oficina Anticorrupción por «falta de transparencia».
Los 5 millones de kilos de alimentos están en galpones de la localidad bonaerense de Villa Martelli y de Tafí Viejo, en la norteña provincia de Tucumán, y fueron comprados durante el Gobierno de Alberto Fernández (2019-2023).
Cuando se suscitó el escándalo, el Gobierno alegó que no los repartía porque decidió cortar la asistencia a comedores populares, bajo auditoría por sospechas de irregularidades en las organizaciones sociales que gestionan muchos de estos sitios.
Claman por comida
Tanto la Iglesia católica como organizaciones sociales reclamaron la distribución de los alimentos, en momentos de creciente avance de la pobreza: de acuerdo a datos oficiales, el 41,7 % de los argentinos es pobre y el 11,9 % es indigente, es decir, ni siquiera puede cubrir sus necesidades básicas de alimentación.
Esos datos son del segundo semestre de 2023 y se descuenta que, por efecto de la elevada inflación, la pobreza sea mayor ahora, lo que se palpa en el creciente aluvión de personas que recurren a los comedores que subsisten con ayuda de algunos municipios y donaciones privadas.
El caso fue denunciado ante la Justicia. El lunes pasado, el juez federal Sebastián Casanello ordenó al Gobierno elaborar en 72 horas un plan para distribuir los alimentos «de modo inmediato», resolución que el Ejecutivo anunció que apelaría.
Esta semana, el escándalo escaló por denuncias sobre la inminente caducidad de algunos alimentos, algo que el Ministerio de Capital Humano terminó reconociendo este jueves, atribuyendo el error de «control» a «mal desempeño» de algunos funcionarios y ordenando al Ejército «la entrega inmediata de los alimentos de próximo vencimiento».
Adorni aseguró que los alimentos almacenados, que comienzan a caducar en julio, están «destinados a emergencias o catástrofes» y no a comedores y dijo que el reparto que hará el Ejército es «un procedimiento normal y habitual cuando se acercan las fechas de vencimiento».
Desde Estados Unidos, donde se ha reunido con empresarios del sector tecnológico, y mediante un mensaje en redes sociales, Milei defendió este viernes a Pettovello, como «la mejor ministra en el área social, sin lugar a dudas, desde el regreso de la democracia», en 1983.
«La ministra no está en discusión para el presidente, sino que, además, no deja de ponerla en valor a diario. Pettovello es una número uno y lo está dando todo», aseveró Adorni.