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Los investigadores iraníes aún no han establecido las causas del accidente del helicóptero en el que viajaba el presidente Ebrahim Raisi y que provocó su muerte.
El Estado Mayor del Ejército ha comunicado este miércoles que se ha descartado «una explosión provocada por un sabotaje durante el vuelo y momentos antes de impactar contra la ladera de las montañas». A esa conclusión llegaron al examinar los restos del aparato, así como la forma y la distancia en la que quedaron dispersos.
Tras analizar documentos y registros relacionados con el helicóptero presidencial, tampoco «se encontraron defectos» que podrían haber provocado la catástrofe «en términos de reparación y mantenimiento». Asimismo, la capacidad de carga estándar máxima que la aeronave podía transportar en el punto de despegue y durante los vuelos de ida y vuelta estaba dentro del «límite permisible».
También se excluyeron «perturbaciones en el sistema de comunicación o interferencias de frecuencia». Las conversaciones grabadas entre la tripulación muestran que el último contacto con los pilotos duró 69 segundos y no dan constancia de ninguna declaración de emergencia. Además, hasta que dejaron de responder, «se había mantenido contacto con la aeronave en las frecuencias especificadas», se precisa.
Tampoco se han detectado «señales de ningún ciberataque llevado a cabo contra el helicóptero presidencial», y las condiciones meteorológicas entre el primer y el segundo destino en la ruta presidencial hasta las 08:50 (hora local) eran favorables y adecuadas para la realización del vuelo.
«La investigación continuará hasta que se determine la causa principal del accidente y los resultados se hagan públicos», aseguró el Estado Mayor, agregando que «es necesario investigar más a fondo la meteorología en la ruta de regreso tras recibir los últimos documentos y las declaraciones de los pilotos y pasajeros de los otros dos helicópteros, que se darán a conocer más adelante».
- El helicóptero de Ebrahim Raisi se accidentó el domingo pasado cerca de la frontera con Azerbaiyán, donde el mandatario había participado en la ceremonia de inauguración de unas obras hidráulicas.
- A bordo de la aeronave también se encontraban el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amirabdollahian, y varios altos funcionarios y miembros de su equipo. Ninguno sobrevivió al accidente.