Página12
En nuevo gesto de provocación a Argentina, el ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, James Cleverly, anunció este domingo que visitará las Islas Malvinas para demostrar su apoyo a la «autodeterminación» de los habitantes de ese territorio argentino usurpado por Gran Bretaña.
El anuncio tuvo lugar este domingo a la noche, durante una recepción en la Conferencia del Partido Conservador, según informaron los medios británicos. «Con las elecciones acercándose, notarán intentos de demostraciones de fuerza en relación con el pueblo de las Malvinas», advirtió Cleverly a los presentes.
Fue entonces que, en gesto provocador, prometió una visita a las islas para reafirmar su «creencia en el derecho de los pueblos a la autodeterminación».
«El pueblo de las islas ha sido claro y requiere de un gobierno conservador para garantizar su seguridad, no sólo aquí, sino a nivel global», remarcó.
«Mi labor es reiterar que sólo un gobierno conservador garantizará los intereses de aquellos que dependen del liderazgo británico, como el valiente pueblo de Ucrania enfrentando la agresión rusa», agregó el ministro de Relaciones Exteriores británico.
De concretarse, su visita será la primera de un ministro del gabinete británico a las islas desde 2016.
Semanas atrás, al hablar ante la Asamblea General de la ONU, el presidente Alberto Fernández reivindicó la soberanía argentina sobre Malvinas, y recordó que las islas están «ocupadas ilegalmente desde hace casi dos siglos» por el Reino Unido.
Sin embargo, el partido que lidera Javier Milei, La Libertad Avanza, no opina la mismo. A comienzos de septiembre, la economista y asesora de Milei en temas internacionales, Diana Mondino, afirmó en una entrevista con el diario inglés The Telegraph que los habitantes de Malvinas deben poder «decidir su propio destino».
Estos dichos fueron rechazados por el Gobierno nacional y el secretario de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas de la Cancillería, Guillermo Carmona, quien consideró esas declaraciones como ideas «desmalvinizadoras» que «violan la Constitución y el derecho internacional».