Al Manar
En el decimoquinto día de incesante agresión israelí contra la Franja de Gaza, el número de vidas inocentes perdidas ha superado trágicamente las 4.137, y estadísticas desgarradoras revelan que 1.524 de esas víctimas eran niños inocentes. A medida que continúa el ataque implacable, las consecuencias han sido devastadoras, eliminando familias y destrozando comunidades.
La horrible realidad sobre el terreno es desoladora: más de 5.500 edificios residenciales quedaron reducidos a escombros, lo que dejó 14.200 viviendas destruidas e innumerables familias desplazadas de los únicos hogares que habían conocido. Para aumentar la desolación, 160 escuelas muestran ahora las cicatrices de esta agresión catastrófica, y 19 de ellas han quedado completamente inutilizables.
La oficina de prensa del gobierno de Gaza, durante una sombría conferencia de prensa, compartió la dolorosa magnitud de la destrucción, afirmando que “los bombardeos israelíes han destruido sin piedad 5.500 edificios residenciales, dejando 14.200 unidades de vivienda destruidas. Las familias, que ya estaban lidiando con las duras condiciones del bloqueo, ahora se han quedado sin hogar, luchando por sobrevivir”.
Mientras la comunidad internacional observa, el Ministerio de Salud de Gaza sigue siendo testigo del sufrimiento creciente y de las pérdidas insoportables que sufren los habitantes de Gaza asediados. Su dedicación a preservar la vida es incomparable, con el personal médico trabajando incansablemente para brindar atención y aliviar el sufrimiento a pesar de los recursos limitados y las instalaciones cada vez más abrumadas.
La Media Luna Roja Palestina dijo en un comunicado que había recibido una amenaza de las autoridades de ocupación israelíes de bombardear el Hospital Al-Quds. Indicó que el ejército había exigido “la evacuación inmediata del hospital, que alberga a más de 400 pacientes y a unos 12.000 civiles desplazados que se han refugiado allí, como lugar seguro”.
La Media Luna Roja Palestina llamó a la Asamblea General de las Naciones Unidas a tomar medidas inmediatas para evitar una nueva masacre como la ocurrida en el Hospital Bautista.
El jefe de la oficina de medios del gobierno en la Franja de Gaza, Salama Ma’ruf, también advirtió contra la repetición de la masacre del Hospital Al-Ami, en la que murieron cientos de personas, incluidos niños.
Por otro lado, la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) anunció que cinco escuelas bajo su supervisión que han sido utilizadas por palestinos en la ciudad de Gaza “ya no son seguras” tras recibir una advertencia israelí. En un comunicado, afirmó que la ocupación le había informado “de la necesidad de evacuar estas infraestructuras lo antes posible”, expresando su pesar por esta amenaza.
A medida que la guerra continúa, se necesitan desesperadamente suministros para ayudar a quienes se quedan sin hogar, alimentos o tratamiento médico. El gobierno de Gaza ha informado de la llegada de un convoy limitado de ayuda con suministros médicos esenciales y alimentos enlatados, pero la falta de combustible sigue siendo una preocupación apremiante. Se ha pedido a la comunidad internacional que intervenga y evite más sufrimiento en Gaza.