Por Isabella Arria
En Europa se habla de una policrisis generalizada. Casi la mitad de los europeos admite que su nivel de vida «ya» se ha reducido por la crisis y sienten que ello se debe a la guerra en Ucrania, la crisis energética, el aumento de la inflación, las secuelas de la pandemia de coronavirus y -sobre todo- por la falta de soluciones de los gobiernos.
Los países en los que el descenso del nivel de vida se percibe de forma más pronunciada son Chipre (el 70% de los encuestados afirma que el nivel «ya se ha reducido»), Grecia (66%), Malta (65%), Francia (62%) y Portugal (57%). Los nórdicos son los más satisfechos con sus ingresos actuales (87% en Suecia, 86% en Dinamarca y 84% en Finlandia), mientras que sólo el 21% de los griegos y los búlgaros lo están.
Un estudio de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico constata una caída del salario real de los países europeos también en el primer trimestre del 2023, que oscila entre el -15,6% de Hungría y el -0,8% de Luxemburgo. Entre las potencias europeas, se registra un -7,3% en Italia, -3,3% en Alemania, -2,9 en Gran Bretaña, y -1,8% en Francia. Únicas excepciones son los Países Bajos, que lograron aumentar un 0,4% el salario real, y Bélgica, la gran excepción, con 2,9%.
La caída del salario real va en paralelo a los aumentos siderales de las ganancias de las grandes empresas y grupos multinacionales, lo que va acompañado del discurso empresarial mentiroso del “no se puede aumentar los salarios debido a la crisis”. La gran economía no solo sigue ganando fortunas; también se adjudica el discurso “cultural” hegemónico de lo posible y lo imposible cuando se discute sobre la distribución del ingreso.
La mayoría de los europeos (57%) se muestra optimista sobre el futuro de la UE, mientras que el 39% se describe como bastante o muy pesimista. Francia, Chipre y Grecia son los únicos Estados miembros donde el pesimismo es mayoritario.
Pero echemos un vistazo a lo que sucede en Grecia, Francia, Reino Unido y también al llamado papal a la responsabilidad europea para con los migrantes.
Grecia, ¿cuna del capitalismo?
El parlamento griego aprobó una iniciativa del primer ministro conservador Kyriakos Mitsotakis que supone graves retrocesos en los derechos de los trabajadores. Entre otras medidas, extiende la jornada laboral hasta 13 horas diarias seis días a la semana, permite a los patrones imponer un sexto día laboral a discreción, y crea la figura de empleados de guardia, quienes no tendrán un horario fijo, sino que deberán esperar a que su empleador los convoque, si es que decide hacerlo.
La iniciativa de Mitsotakis no es un hecho aislado, sino sintomático de la fase decadente del modelo neoliberal. En marzo pasado, Seúl propuso aumentar a 69 el límite de horas de trabajo semanales, pese a que su actual tope de 52. Lo cierto es que tanto Grecia como Corea del Sur podrían solucionar sus problemas de falta de mano de obra y envejecimiento poblacional abriendo las puertas a los migrantes a los que mantienen fuera de sus fronteras de los modos más inhumanos e ilegales.
Francia arde nuevamente
Decenas de miles de personas se manifestaron en contra de la violencia policial y el racismo sistémico en varias 120 ciudades de Francia, incluida la capital, donde se registraron algunos incidentes. Estas protestas, en las que también se exige justicia social y libertades públicas, fueron convocadas tres meses después de los disturbios que se produjeron tras la muerte del adolescente Nahel, de 17 años, a quien un policía disparó a quemarropa a finales de junio.
Entre sus principales demandas figura el cese de una política regresiva que favorece a la extrema derecha y pisotea cada vez más las libertades públicas, el modelo social, el futuro frente al colapso ecológico.
Justicia para Nahel, Policía por todos lados, justicia en ninguna parte o Sin Justicia, no hay paz, fueron algunas de las proclamas en estas protestas, apoyadas por 130 personalidades de la cultura, entre ellas, la cineasta Justine Triet, quien ganó este año la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
Durante las movilizaciones se portaron carteles en favor de derogar una ley de febrero de 2017, aprobada por el gobierno socialista del presidente François Hollande y el primer ministro Bernard Cazeneuve, la cual dio más margen a los agentes para disparar con arma de fuego en caso de que se sientan amenazados.
Mathilde Panot, líder parlamentaria de la Francia Insumisa, el tercer grupo más numeroso en la asamblea, criticó la gestión policial del gobierno de Emmanuel Macron: si eres joven, con pinta de ser árabe o eres negro tienes 20 veces más riesgo de que te hagan un control policial que la media, criticó ante un grupo de periodistas.
Ahora en Londres rechazan el Brexit
Bajo el lema “El camino para volver a unirse a la Unión Europea (UE) comienza aquí”, miles de partidarios anti-Brexit inundaron el centro de la capital británica con un mar de banderas azules y estrellas amarillas, mientras exigían anular el resultado del referéndum de 2016 y el reingreso al bloque comunitario como parte de la Marcha Nacional por la Reincorporación (NRM, por sus siglas en inglés).
Los manifestantes califican la salida de Gran Bretaña como un gran error, y piden que el país se reincorpore. Peter Corr, líder y confundador de la NRM, dijo que 80 por ciento de los menores de 25 años se pronuncian por la reincorporación a la UE en las encuestas.
En la Plaza del Parlamento, oradores se dirigieron a la multitud, como el ex primer ministro belga Guy Verhofstadt y la activista Gina Miller, quien planeó un desafío legal contra el Brexit.
La manifestación estuvo compuesta por un amplio rango de edades, desde niños hasta pensionados con un objetivo común: Queremos que Reino Unido se reincorpore a la Unión Europea, resumió el eurodiputado alemán Terry Reintke, copresidente del Grupo de los Verdes.
El Papa y la responsabilidad europea ante la migración
El papa Francisco ofició una misa masiva al término de una corta visita a Marsella, a la que concurrieron el presidente francés Emmanuel Macron, su esposa, Brigitte, y la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, durante la cual llamó a Europa a la responsabilidad con los migrantes.
El líder de mil 300 millones de católicos pidió responsabilidad europea para enfrentar el fenómeno migratorio tras denunciar la víspera el fanatismo de la indiferencia hacia los migrantes. Quien arriesga su vida en el mar no invade, busca acogida, reiteró.
Unos 8 mil 500 migrantes llegaron días atrás a la pequeña isla italiana de Lampedusa tras cruzar el Mediterráneo, donde más de 28 mil desaparecieron desde 2014 en su intento de alcanzar Europa desde África. Su nuevo llamado se produce en un contexto cada vez más hostil para estos exiliados en Europa. Por ejemplo, el ministro del Interior Gérald Darmanin advirtió que Francia no acogerá a ninguno de Lampedusa.
Su viaje, el primero a Marsella de un papa desde 1533, contó con el homenaje a los migrantes desaparecidos en el mar y el desayuno con personas necesitadas de varios países como Albania, Armenia y Colombia en el barrio de Saint Mauront.
*Periodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)