247 – El Ejército se prepara para movilizar un contingente de 17.000 soldados para el desfile cívico del 7 de septiembre, que tendrá lugar en las sedes de ocho comandos de la Fuerza Terrestre. Según el periodista Marcelo Godoy, columnista del diario O Estado de S.Paulo sobre las relaciones entre el poder civil y militar, hay preocupación por la posibilidad de disturbios.
El riesgo de conflicto se mantiene debido a las preocupaciones sobre el movimiento de Bolsonaro y su acercamiento al 7 de septiembre, ocho meses después del fallido intento de golpe de Estado del 8 de enero, dice Godoy.
La semana pasada, el ministro de Justicia, Flávio Dino, envió una alerta al gobernador del Distrito Federal, Ibaneis Rocha, con una serie de vídeos que supuestamente incitaban a protestas violentas en la fecha cívica. Uno de esos videos era del pastor Silas Malafaia, figura que estuvo presente en las celebraciones de la Independencia auspiciadas por el ex presidente Jair Bolsonaro.
El gobernador del Distrito Federal, Ibaneis Rocha, preocupado por la información del ministro Dino, anunció la creación de un grupo de trabajo para prevenir actos de violencia el 7 de septiembre, con el objetivo de promover el orden público y social, coordinar las actividades administrativas y supervisar los acontecimientos del 7 de septiembre. El grupo está dirigido por la Secretaría de Seguridad del Distrito Federal e incluye a representantes de los ministerios de Defensa, Justicia, la Oficina de Seguridad Institucional (GSI), la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin), la Policía Federal (PF) y la Policía Federal de Carreteras (PRF).
Además, se ha autorizado el uso de la Fuerza Nacional de Seguridad para reforzar la vigilancia policial en Brasilia, con un esquema de seguridad mayor que el de la toma de posesión de Lula. Todas estas medidas son preventivas, con el objetivo de evitar sorpresas o planes de quien pueda estar planeando disturbios.