Página12

La provincia de Jujuy vivió ayer otro día de furia, con cortes de ruta y protestas multiplicándose desde la Puna a la selva de Yungas, a los que el gobierno provincial respondió con represión. Hay medio centenar de personas detenidas, un número indeterminado de heridos y algunas personas cuyo paradero se desconocía.

Sin embargo, la violencia estatal no logró detener la protesta que anoche había retomado casi todos los puntos donde se establecieron piquetes, y había sumado otros, impulsados sobre todo por pueblos originarios que exigen la renuncia del gobernador Gerardo Morales y la anulación de la reforma de la Constitución jujeña.

El día había empezado mal. Después de las 6 de la mañana, cuando todavía estaba oscuro, la Policía detuvo a dos comuneros en el corte en la rotonda de Purmamarca, un punto clave, porque ahí empalman las rutas nacionales 52 y 9, que conducen a los pasos internacionales a Chile y Bolivia, respectivamente. Jesús David Flores, de la Comunidad Coquena, de Purmamarca, y Desiderio Olmos, de Collamboy, fueron arrastrados por policías. Tras horas de bronca y zozobra, ambos fueron liberados. Flores contó que fue muy golpeado: «Llovía patadas y piñas», describió.

Hubo varios hechos de represión, aunque quizás el más violento fue en Purmamarca, donde hubo disparos de balas de goma, gases y golpes, y fueron detenidas al menos 27 personas. Anoche, desde las puertas del penal de Alto Comedero, un equipo de abogados indicó que tenían una lista de 39 personas, pero prefirieron no dar nombres, porque no hubo información oficial. Tampoco se informó oficialmente sobre las personas heridas, algunas con disparos en los ojos o la cara.

La represión más encarnizada fue pasadas las 15, después de que una comitiva del gobierno llegara al cruce. El ministro de Gobierno, Normando Álvarez García (ex embajador en Bolivia, implicado en el golpe de 2019 en ese país); la ministra de Ambiente, María Inés Zigarán, yla ministra de Desarrollo Humano, Alejandra Martínez, entregaron copias del texto constitucional reformado intentando demostrar que no lesiona derechos indígenas. La respuesta fue el repudio: «Que renuncie Morales», exigieron. La comitiva se retiró advirtiendo que debían retirar del corte a niños y niñas, anticipando la represión que sobrevino poco después.

A las 15.40 policías de calle y de Infantería cargaron contra la manifestación por segunda vez en el día. “Estuvo la policía de Morales, no vino la Gendarmería. Los hermanos han sido heridos y tenemos más de 27 detenidos y otros desaparecidos porque los corretearon por los cerros y no sabemos donde están”, relató Armando Quispe.

También destacó que “hay una niña a la que la policía le rompió la dentadura y a otro hombre le lastimaron el ojo. Es grave la situación y pedimos a los organismos de derechos humanos y al personal de salud que se acerquen porque hay heridos, y estamos buscando a los hermanos». Los manifestantes escaparon del avance policial por el lecho del río, algunos grupos subieron cerros o montañas y desde ahí arrojaban piedras a los policías que avanzaban en bloque por el cemento, abajo.

También Amancay Gaspar, vecina de Tilcara que estaba en este corte, narró la desesperación de manifestantes que en la huida perdieron a familiares: «Cuando andaba buscando a mi esposo, ví a mujeres que buscaban a sus hijos, no tuvieron piedad. No nos escucha nadie a nivel nacional”, sostuvo.

Quispe ratificó las razones de la protesta: «Estamos en contra de la reforma constitucional, esto no se debería haber hecho y hoy el pueblo jujeño está sufriendo esas consecuencias y hacemos responsable al gobierno de Morales por todo lo que está pasando y lo que puede pasar. Está cayendo la noche y estamos a merced de la fuerza represiva. Llamamos a la población a apoyar a todos los cortes que se levantaron en la provincia”.

En Abra Pampa hubo tres represiones ayer, varias personas fueron detenidas y otras resultaron heridas, contó Marcelina Cruz, quien denunció la presencia de policías de civil, «infiltrados en medio de la manifestación». También en este caso la Policía arrojó gases lacrimógenos y disparó con balas de goma.

Más al norte, en La Quiaca, más de 3 mil manifestantes persistían en la ruta 9. Al anochecer también fueron reprimidos y obligados a retirarse del asfalto, pero permanecieron en las cercanías y anoche habían vuelto a cortar la ruta.

De la zona de la Quebrada de Humahuaca las personas detenidas fueron trasladadas en varias camionetas de la Policía a la ciudad capital, entre ellas Natalia Morales ex convencional constituyente (FIT-U); la referente de derechos humanos Fabiola Suárez; el delegado de INADI en Jujuy, Walter Soriano; el comunicador Camilo Haro Galli; Isabel Cruz, de la comunidad barrio 18 Abril de Purmamarca; Cristian Oviedo, un turista que llegó de Buenos Aires; Luciano Godoy, periodista de la Izquierda Diario; Carmen Benicio ysu hija Gabriela Benicio, y los referentes comunitarios Santiago Lamas,de Paso Colorado, Agua de Castilla; Marino Callata, presidente de Rinconadillas; Vanesa Vargas; Ricardo Lauriciano, del Pueblo Tilián; Gabriela Guari, de la Comunidad Río Grande; Ismael Vásquez, de Abra Pampa, y Robinson Suárez, referente del Tercer Malón de la Paz.

En San Salvador detenidas y detenidos fueron trasladados a la Central de Policía, después las llevaron al penal de Alto Comedero, a donde ingresó el Comité Provincial contra la Tortura para verificar las condiciones de detención. Se sabe que están interviniendo el fiscal Walter Rondón y la fiscal de Tilcara, María Eugenio Martín Di Pietro.

La violencia estatal motivó reacciones de organizaciones de derechos humanos, gremiales y políticas. Mercedes Sosa, titular del CEDEMS, el principal gremio docente de Jujuy, pidió que se detenga la represión y se dialogue. El CELS y otras organizaciones exigieron a la justicia federal que abra «una mesa de diálogo urgente». Queremos que garantice la libre expresión y ordene a las fuerzas policiales interrumpir la represión a manifestantes».

Lejos de calmar los ánimos, la represión afirmó la decisión de resistir la reforma de la Constitución y exigir la renuncia del gobernador. Se multiplicaron los cortes en toda la provincia: al cierre de esta edición había piquetes en La Quiaca, Humahuaca, Uquía, Tilcara, Purmamarca, Volcán, en la zona de la Quebrada, y en en el sur provincial, comunidades ava guaraní impulsaron piquetes en Libertador General San Martín, San Pedro, Perico y Fraile Pintado. También se cortó el acceso sur a San Salvador y se instaló otro corte en Palpalá, municipio vecino a la ciudad capital