Por RTVE.es

El primer ministro de Grecia y líder de la formación conservadora Nueva Democracia (ND), Kyriakos Mitsotakis, ha vuelto a ganar las elecciones legislativas celebradas este domingo en el país heleno, como ya hiciera en 2019. Sin embargo, el actual mandatario, que dobla a su mayor perseguidor, no ha conseguido hacerse con la mayoría absoluta necesaria para gobernar sin formar coalición con otros partidos, lo que augura como muy probable que los cerca de diez millones de griegos con derecho a voto tengan que volver a las urnas a principios de julio.

Para Mitsotakis, quien ya ha dado sus primeras impresiones, el resultado demuestra «la aprobación del pueblo para gobernar como partido único». Sin embargo, para obtener la ansiada mayoría absoluta, el primer ministro debía obtener al menos un 46% de los votos, frente al 40,79% que posee en estos momentos, muy por delante del partido opositor e izquierdista Syriza, del exprimer ministro Alexis Tsipras, con el 20,07%, según ha informado el ministerio heleno de Interior. En concreto, el partido Nueva Democracia ha logrado 145 de los 300 escaños del Parlamento, y Syriza ha obtenido 72 asientos. 

El líder de Nueva Democracia ha destacado el «terremoto político» que suponen estos resultados, con ND como «ganadora indiscutible» y ha manifestado su intención de lograr los apoyos para gobernar durante los cuatro próximos años.

«Grecia necesita un gobierno que crea en las reformas, no ocurrirá con un gobierno frágil. Solo los gobiernos fuertes pueden atreverse con los cambios necesarios», ha incidido Mitsotakis, que también ha resaltado la necesidad de «acelerar» el procedimiento para que el país renueve el Parlamento y Gobierno.

«ND tiene los apoyos para gobernar en solitario y con solidez. Eso es lo que han pedido hoy los votantes de forma absolutamente clara. Han pedido avanzar más rápido en la vía del progreso», ha señalado, según recoge la televisión pública Skai.

Un resultado que supone un espaldarazo para el actual primer ministro, cuya administración tuvo que hacer frente a un escándalo de escuchas telefónicas, la pandemia de la COVID-19, una crisis del coste de la vida y un accidente ferroviario mortal en febrero que desató la indignación pública.

Varufakis se queda fuera del Parlamento

En tercer lugar se encuentran los socialdemócratas de Pasok-Kinal con un 11,52% y 41 diputados, seguidos por el Partido Comunista de Grecia con7,21% y 26 escaños, y la ultraderechista Solución Griega con4,45% y 16 asientos.

El resto de formaciones no obtendrían representación parlamentaria. Estos datos sitúan a Mitsotakis a las puertas de la mayoría absoluta, ya que lograría 11 escaños menos que en las elecciones de 2019, y la prensa griega ha comenzado ya a especular con el 25 de junio como posible fecha para la repetición de las elecciones.

Con un 2,5%, el partido izquierdista MeRA25, del exministro de Finanzas Yanis Varufakis, quedaría fuera del Parlamento al no superar el umbral del 3% requerido para entrar en la Cámara de 300 escaños. La participación en las urnas se ha situado en el 60,6%, 3 puntos por encima del registrado en las elecciones anteriores (2019).

Tsipras admite su resultado «sumamente negativo»

El líder de Syriza, Alexis Tsipras, ha reconocido por su parte que es un resultado «sumamente negativo» para su formación y ha abogado por realizar cambios rápidamente para poder luchar en la próxima batalla, en referencia a la más que probable repetición de los comicios.

«El resultado de las elecciones es sumamente negativo para nosotros. Necesitamos hacer cambios rápidamente para luchar la próxima y crítica batalla en las mejores condiciones posibles. Les doy las gracias desde lo más profundo de mi corazón a quienes nos han votado», ha apuntado Tsipras.

La otra cara de la moneda es la del histórico Pasok-Kinal, que ha celebrado los buenos resultados obtenidos, aunque no ha dado pistas sobre un posible apoyo a otra formación para intentar formar gobierno.

El presidente socialista, Nikos Androulakis, ha criticado tanto a Syriza como a ND, a quien culpa del aumento de las desigualdades sociales en el país y por gobernar en interés de «unos pocos y poderosos», provocando un empeoramiento de la situación fiscal.

«El estado del personal de Mitsotakis ha resultado ser el envoltorio de un paraestado de escuchas clandestinas y corrupción generalizada. La única razón por la que Nueva Democracia no ha pagado todo esto en las urnas es su patrocinador ‘de oro’, cuyo nombre y dirección es Alexis Tsipras y Syriza», ha declarado, según recoge la cadena de televisión pública griega ERT.

Tres intentos de formar gobierno o nuevas elecciones

El siguiente paso institucional corresponde a la presidenta de Grecia, Katerina Sakellaropoulou, que encargará al partido más votado que tantee al resto de formaciones para intentar forjar algún tipo de alianza.

En caso de que no lo consiga, la encomienda pasará al segundo partido con más votos y, si fracasa de nuevo, al tercero. Tras tres intentos fallidos, los griegos serán llamados de nuevo a las urnas, previa designación de una administración interina encabezada por un representante del sistema judicial.

En esta segunda cita con las urnas se dejaría de lado el sistema proporcional puro vigente en estos comicios y se aplicaría el modelo promovido por Mitsotakis y en el que se recupera la prima para el partido más votado: 20 escaños más en caso de obtener el 25% de los sufragios, con margen para ampliarse hasta 50, una fórmula para facilitar la gobernabilidad.

Kyriakos Mitsotakis llegando a la sede del partido Nueva Democracia
Kyriakos Mitsotakis llegando a la sede del partido Nueva Democracia REUTERS/Louiza Vradi

Los analistas dan por hecho que será necesaria esta segunda cita con las urnas, si bien los partidos deberán medir sus movimientos para evitar ser señalados como responsables de la falta de consenso.

Para Nueva Democracia, uno de los escenarios más complejos pasaría por un acuerdo con el Pasok-Kinal en una suerte de gran coalición. Mitsotakis en principio descarta esta colaboración y el líder socialdemócrata, Nikos Androulakis, ha cargado tintas contra los conservadores tras saberse espiado por los servicios de Inteligencia.

El Pasok-Kinal, sin embargo, no cierra puertas ni con Nueva Democracia ni con Syriza, condicionando cualquier futuro apoyo a la adopción de parte de su programa político, en un tímido intento por recuperar su histórica influencia en la escena política griega.