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El expresidente brasileño Jair Bolsonaro fue convocado a a declarar ante la Policía Federal el próximo miércoles 26 de abril por su supuesta vinculación con los autores intelectuales del intento de golpe de Estado, perpetrado con el asalto a las sedes de los poderes en Brasilia el último 8 de enero contra el mandatario Luiz Inácio «Lula» da Silva. El líder opositor es uno de los investigados por el Supremo Tribunal Federal en la megacausa por el ataque a diversas instituciones por la cual están detenidas en prisiones o con detención domiciliaria más de 1.300 personas que realizaron destrozos en Brasilia.
La del miércoles 26 de abril será la segunda declaración en el mes de Bolsonaro ante la Policía Federal, luego de haberlo hecho por el escándalo del contrabando de joyas regaladas por el gobierno saudita durante sus cuatro años de gestión, que el exmandatario había tomado como si fueran sus pertenencias. Según informó la reconocida cadena de noticias GloboNews, deberá ir a declarar por los ataques a la sede de la Policía Federal en Brasilia.
Quien incluyó el nombre del expresidente en la megacausa por el intento de golpe de Estado perpetrado por sus seguidores fue la fiscalía general, luego de que Bolsonaro publique en sus redes sociales oficiales un video donde aseguraba que Lula había triunfado en los comicios generales de octubre pasado «de forma fraudulenta». Si bien estuvo, durante los últimos tres meses, en Estados Unidos (específicamente en los estados de Orlando y Florida), retornó al país en marzo para trabajar en el Partido Liberal y preparar a los candidatos municipales del 2024 mientras reside en la capital brasileña.
Más allá de ciudadanas y ciudadanos, seguidores bolsonaristas, entre los detenidos más destacados por el intento de golpe aparece su exministro de Justicia Anderson Torres. Si bien estuvo en Orlando junto a Bolsonaro al momento de los hechos, en los primeros días de ese mismo mes asumió como secretario de Seguridad de Brasilia y está acusado de liberar la zona para permitir los disturbios que dejaron en vilo a Brasil durante varios días. Dicha acción fracasó luego de que el Ejército no se sumara a los pedidos de los bolsonaristas para tomar el Palacio del Planalto.