La quiebra de Silicon Valley Bank (SVB) ya ha asestado un golpe a las valorizaciones de las empresas tecnológicas y podría conllevar consecuencias a largo plazo en el sector, advierten inversores.
El SVB, el decimosexto banco más grande de EE.UU., colapsó el viernes después que los depositantes, en su mayoría relacionados con el sector de la tecnología y empresas respaldadas por capital de riesgo, retiraran su dinero, a medida que se extendía la preocupación por la crisis que atravesaba la entidad bancaria.
Aunque el Gobierno estadounidense se apresuró el pasado fin de semana a tranquilizar a los depositantes de SVB con garantías de protección de sus fondos, el lunes continuó el desplome de los precios de las acciones de empresas tecnológicas emergentes, así como de bancos estadounidenses y otras organizaciones relacionadas con el sector. Por su parte, la empresa HSBC aceptó comprar la sucursal británica del banco estadounidense.
SBV fue una entidad importante en el sector tecnológico y su colapso —la mayor quiebra bancaria de EE.UU. desde la crisis financiera mundial de 2008— afectará las condiciones de préstamo en ese ecosistema empresarial, puesto que casi la mitad de las tecnológicas apoyadas con capital de riesgo estadounidense recibían servicios de ese banco, indica Investors’ Chronicle.
El medio cita al director ejecutivo de la aceleradora Y Combinator, Garry Tan, quien califica la quiebra de SVB como un «evento de nivel de extinción para las ‘startups'» y un «retroceso a la innovación de 10 años o más».
Uno de los factores que llevó al fracaso del banco fue la subida de los tipos de interés que hizo caer la financiación con capital riesgo el año pasado, lo que obligó a los depositantes de SVB a recurrir a sus reservas de efectivo.
Dicha tendencia no ha parado y podría agravarse con la caída de SBV, ya que quedaron a la vista los riesgos que de emitir préstamos bancarios a empresas emergentes.
El medio cita el ejemplo del fondo de capital de riesgo Molten Ventures, con un desplome del 24 % de su valor en cinco días, y de ARK Innovation ETF, con un descenso del 11 %.
Meta y Alphabet, que proporcionan plataformas para los anuncios de las tecnológicas, también experimentaron un leve descenso, de un 3 %, en el precio de las acciones debido a la presión del mercado. La situación está relacionada con preocupaciones sobre los ingresos generados por publicidad ante las expectativas de recortes de gastos por las tecnológicas.
Las empresas de ‘software‘ y servicios en la nube, cuyos clientes son compañías emergentes financiadas con capital de riesgo, tampoco se quedarán al margen de ese impacto negativo, advierte el medio.
Por su parte, la firma de corretaje Stifel advierte que centrándose en la supervivencia a corto plazo los ejecutivos de empresas respaldadas con capital de riesgo «tratarán de optimizar aún más el uso de la nube, limitar el crecimiento de nuevas cargas de trabajo y probablemente llevar a cabo reducciones adicionales de personal».
Según sus estimaciones, tales empresas representan entre el 10 % y el 15 % de los ingresos de las cotizadas compañías de software de alto crecimiento.