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Según describió, la subida de tasas mencionada, a su vez, expuso «fisuras en el sistema financiero» y eso condujo a la quiebra del banco SVB, cercano al sector tecnológico, la semana pasada junto a otros dos bancos en Estados Unidos.

Las advertencias de Larry Fink

Larry Fink, presidente del gigante BlackRock, advirtió este miércoles que, a pesar de que es demasiado pronto para saber cuál será la evolución de la situación bancaria, es posible que esta «crisis se eternice».

La brusca subida de tasas que se implementó en Estados Unidos para frenar la inflación luego de años de políticas monetarias flexibles, con tipos de interés ultrabajos, es «el precio a pagar por los años de dinero fácil», estimó en su carta anual a los inversores.

«Es demasiado pronto para conocer la extensión de los daños», sostuvo el presidente de este gigantesco gestor de carteras respecto a la actual crisis financiera. Y agregó que «la respuesta de parte de los reguladores hasta ahora fue rápida y acciones decisivas permitieron evitar los riesgos de contagio».

En el pasado, cuando la Reserva Federal endureció su política de tasas, se produjeron «quiebras financieras espectaculares», como la crisis de las cajas de ahorro estadounidenses Savings and Loans, que se «eternizó» en los años 1980 y 1990 y condujo a la quiebra de más de 1.000 bancos.

«No sabemos aún si las consecuencias del dinero fácil y de los cambios reglamentarios repercutirán en todo el sector bancario regional estadounidense, con otras tomas de control y cierres en el futuro», advirtió Fink.

Además, para el ejecutivo de BlackRock, toda la situación descripta genera que sea «inevitable» que muchos bancos deban reducir el monto de los créditos que entregan ya que deberán reforzar sus balances y tendrán que reforzar también sus exigencias en términos de capital.