Agencias
En una votación más rápida de lo esperado, el Senado aprobó la reforma que impulsa el Gobierno del presidente Emmanuel Macron, que busca retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años.
A última hora de la noche de este 11 de marzo, el Senado francés dijo ‘sí’ a la controvertida reforma y este sábado fue rechazada en las calles con una gran jornada de protestas.
Fueron 195 senadores contra 112 los que le dieron el respaldo a la reforma, en una votación acelerada debido a que el Gobierno activó un procedimiento para esquivar diversas enmiendas interpuestas al proyecto de reforma y consiguió así que este fuera votado en su totalidad, señala una nota de France 24.
Las reacciones no se hicieron esperar. La primera ministra, Elisabeth Borne, celebró el resultado en sus redes:
«Después de cientos de horas de discusiones, el Senado adoptó el plan de reforma de pensiones. Es un paso clave para hacer realidad una reforma que garantizará el futuro de nuestro sistema de pensiones», escribió Borne en Twitter.
Macron asegura que esta reforma es indispensable para que el sistema pensional no se quede sin recursos. Pero el proyecto ha tenido un rechazo masivo en las calles.