247 – La victoria del presidente electo Lula (PT) generó frustración y temor entre los oficiales de las Fuerzas Armadas, que discutieron sus orientaciones en el nuevo gobierno. A pesar de esto, no hubo ninguna amenaza y agitación de resistencia o intervención militar para la defensa de Jair Bolsonaro (PL), informa la columnista Malu Gaspar del diario O Globo.
«Los generales de cuatro estrellas están ‘sentados’ en la Constitución»; «El clima es de absoluta normalidad. La vida que sigue», afirmaron diferentes interlocutores de los miembros del Alto Mando del Ejército.
Sin embargo, los miembros del Estado Mayor se sentían frustrados por lo que consideraban «la ignorancia de la gente», que no entendía «lo que estaba en juego» en las elecciones, según el columnista. El temor de los militares es por una supuesta desestructuración de las Fuerzas Armadas «mediante la intervención en las escuelas de formación y la promoción de oficiales».
A pesar de ese sentimiento, Lula nunca lo hizo explícito en su plan de gobierno ni señaló que desestructuraría las Fuerzas Armadas. Y la relativa tensión entre los rangos inferiores no será suficiente para obstaculizar la transición del gobierno con las Fuerzas Armadas, cuyos comandantes ya han advertido a las tropas que no alimentarán ningún golpe.