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La participación del Ejército de EEUU en un proyecto para ampliar la navegación sobre el río Paraguay alarma al oficialismo argentino, que considera que la presencia de militares compromete la seguridad en la región. Paraguay, por su parte, asegura que la asistencia solo es técnica y no militar.
En un ‘Plan Maestro’ sobre la Hidrovía Paraná-Paraguay genera alarma en el Gobierno Argentino, que ve la presencia de miembros del Ejército estadounidense como un problema de seguridad nacional, además de poner a la región como «escenario de conflictos ajenos».
Un proyecto privado para ampliar la navegación sobre el Río Paraguay se encuentra en medio de la polémica tras confirmarse que incluiría la participación del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EEUU en territorio paraguayo.
Paraguay apuesta por explotar la capacidad del río Paraguay como canal de comercio y pretende expandir su flota fluvial, que actualmente es la más importante de América Latina y en el mundo, sólo es superada por Estados Unidos y China.
De acuerdo al Gobierno paraguayo, el Plan Maestro requerido para las obras implica «un análisis exhaustivo que busca tener previsibilidad sobre el comportamiento del cauce hídrico, para adecuar el manejo del mismo en lo relacionado con la navegación, al medio ambiente y a las situaciones sociales».
Las suspicacias se generaron cuando el Gobierno paraguayo confirmó que en el proyecto participarían integrantes del Cuerpo de Ingenieros de EEUU, «organización que tiene en sus filas a civiles, pero depende del Ejército estadounidense».
Según Paraguay, los estadounidenses se desempeñarán «en la asesoría técnica, acompañamiento y servicio de consultoría para llevar adelante este proyecto».
La participación de Estados Unidos generó preocupación en el seno del Gobierno argentino, cuya Cancillería solicitó explicaciones a Paraguay, ya que el proyecto implica también al río Paraná, en territorio argentino.
De acuerdo con el diario Página12, el Gobierno paraguayo aclaró que el proyecto comprende «una cooperación con especialistas de EEUU» que incluirá el estudio de los ríos, pero no contempla una cooperación de carácter militar.
Sin embargo, fuentes de la cartera argentina advirtieron al medio argentino que «Paraguay no ha cumplido su obligación de informar a los demás países las intervenciones que tiene planificado realizar».
El proyecto también estuvo bajo la mira de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso argentino, donde fue señalado por «amenazar la seguridad nacional y desequilibrar las relaciones de Defensa entre los países integrantes del Mercado Común del Sur (Mercosur)».
Para Argentina, la presencia militar extranjera en territorio paraguayo «compromete la seguridad de los estados ribereños y convierten a la región en escenario de conflictos ajenos» en referencia a la tensa situación que atraviesa EEUU y China por Taiwán.
El rechazo al proyecto ya había sido expresado a mediados de septiembre por el plenario del Parlamento del Norte Grande, un bloque integrado por legisladores de 10 provincias del noreste y noroeste del país— Tucumán, Salta, Santiago del Estero, Jujuy, Catamarca, La Rioja, Misiones, Chaco, Corrientes y Formosa—, luego de que la Legislatura de la provincia del Chaco manifestara su preocupación.
La Cámara de Comercio de Paraguay, en tanto, defendió el emprendimiento a través de Twitter, alegando que generaría impactos positivos en materia económica, social y ambiental, además de oportunidades para la colaboración entre el sector público y el privado.
Este no es el primer intento de colaboración entre Estados Unidos y Paraguay en esta materia. En 2016, el entonces presidente Horacio Cartes (2013-2018) había impulsado un memorándum entre ambos países que también comprendía la participación del Cuerpo de Ingenieros del Ejército estadounidense.
En ese momento, el embajador argentino en Paraguay, Eduardo Zuain, logró frenar el convenio, que pretendía aplicarse en territorio argentino sin la debida consulta y aprobación del país, algo que fue considerado por Zuain como una violación a la propia Constitución.
La preocupación por la presencia del ejército de EEUU enciende alertas
El 26 de septiembre se presentó en Cámara de Diputados un proyecto de resolución que advierte: «La presencia militar del gobierno de Estados Unidos en nuestra Hidrovía Paraná-Paraguay compromete la seguridad de los estados ribereños y convierte a la región en escenario de conflictos ajenos a la misma». Este proyecto fue girado para su tratamiento a las comisiones de Relaciones Exteriores y Culto y a la del Mercosur.
Hugo Sager, diputado del Bloque Justicialista, profundizó «El embajador de Estados Unidos, además de brindar su apoyo a esa inversión, también explicitó que parte del trabajo lo harían ingenieros pertenecientes al ejército de su país».
«Dicho así, no tiene por qué preocuparnos, al contrario. Todos los países están en búsqueda de inversiones para fomentar el crecimiento. Pero, en este caso, llama a preocuparnos la posible presencia de estos militares, sobre todo en algo que estratégico y que a futuro va a tener además de la función que cumple actualmente, la del comercio entre los países, la estratégica ubicación de estos militares en una de las vías más importantes de agua dulce. Esta ubicada en lo que se denomina el Acuífero Guaraní, que subterráneamente cubre toda esta región. Y también está situada en una de las áreas de selvas boscosas más importantes del planeta», remarcó Peppo.
«Esto motivó nuestra presentación en el Parlamento chaqueño, que fue aprobada por unanimidad y fue informada la Cancillería argentina. Paralelamente se consultó extraoficialmente con el embajador argentino en Paraguay. Y luego se avaló en forma unánime en la sesión del Parlamento del Norte Grande en Catamarca. En forma paralela, hay un proyecto que estaría tratándose en la Cámara de Diputados impulsado por varios legisladores, entre ellos el diputado chaqueño Juan Manuel Pedrini y otro presentado en el Parlasur por los diputados que representan a la Argentina, especialmente el diputado chaqueño Julio Sotelo. Esta situación que estamos generando desde el punto de vista parlamentario para que haya una intervención, por supuesto si lo consideran oportuno, de nuestra Cancillería».