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El presidente de la Asamblea Nacional de Hungría, László Kövér, denunció que las empresas multinacionales pretenden convertir la Unión Europea en unos «Estados Unidos de Europa» desprovistos de soberanía e identidad nacional, recoge la prensa local.

La víspera del día de San Esteban, que cada 20 de agosto conmemora la fundación del Estado húngaro, el jefe del Parlamento nacional subrayó la importancia de la memoria histórica en el desarrollo de los países occidentales, y destacó las nuevas amenazas que pueden poner en peligro el bienestar de todo el pueblo magiar y de otras naciones europeas, que —dijo— deben cooperar para garantizar su seguridad.

«Hace mucho tiempo necesitábamos acuerdo y cooperación en la cuenca de los Cárpatos», afirmó el político, que subrayó que también necesitarán dicha unidad en el futuro y explicó cuál es la nueva «fuente de peligro que amenaza a las naciones» debido al «curso de la historia» que ha cambiado en todo Occidente.

«En las últimas décadas, como resultado de la concentración de capital y de tecnología, las potencias, fuera y por encima de los Estados, les hacen cumplir sus leyes», dijo el jefe del Parlamento. «Se han organizado y surgido intereses a nivel mundial que quieren eliminar los Estados nación en todo el mundo occidental«, lamentó Kövér.

«Para Europa, todo esto significa que las potencias privadas multinacionales, normalmente fuera de Europa, quieren transformar la Unión Europea en unos Estados Unidos de Europa, en una federación, más aún en un imperio, en que todos los Estados nacionales actuales de la UE […] perderían su voluntad y libertad de acción», advirtió el político.

Según Kövér, esta situación se debe a que las corporaciones multinacionales quieren apoderarse permanente y exclusivamente de los recursos materiales e intelectuales de los Estados miembros de la UE.

«De ahora en adelante, las naciones de la cuenca de los Cárpatos caminarán juntos el futuro o perderán juntos su país, Estado e identidad, todo lo que han adquirido en el pasado», declaró Kövér que —enfatizó— contra el poder financiero del globalismo, los Estados nacionales tienen una sola arma efectiva: el poder creativo de la identidad nacional.