Agencias
El fabricante de vacunas del Covid-19 Moderna ha denunciado a sus rivales Pfizer y Biontech por copiar supuestamente su patente de ARN mensajero, según comunicó la multinacional estadounidense este viernes. El laboratorio presentó este mismo viernes demandas por infracción de patente en un tribunal de Massachusetts (EE UU) y en el Tribunal Regional de Düsseldorf en Alemania. Aunque no ha cifrado el montante de la posible compensación ni solicita una suspensión cautelar en la venta de su competidora.
La demandante cree que la vacuna contra el Covid-19 llamada Comirnaty, desarrollada y fabricada de forma conjunta por la estadounidense Pfizer y por la alemana BioNTech, infringe las patentes que Moderna presentó entre 2010 y 2016 que protegen su tecnología de ARN mensajero, según el comunicado de la empresa. La compañía de Boston (Massachusetts) cree que esa plataforma fue fundamental para el desarrollo de su propia vacuna contra virus SARS-CoV-2, bautizada como Spikevax. “Pfizer y BioNTech copiaron esta tecnología, sin el permiso de Moderna, para hacer Comirnaty”.
La vacuna desarrollada por Pfizer y su socio BioNTech es la más distribuida en el mundo, fundamentalmente en países ricos. Supuso un gran avance científico, ya que no solo este consorcio tuvo en pocos meses una respuesta frente a la pandemia de Covid-19 (se aprobó a finales de 2020 en EE UU y Europa), sino que supuso la primera que utilizaba la tecnología de ARN mensajero. Pocas semanas después, Moderna también llegó al mercado, siendo dos de las versiones más utilizadas por los países, junto a la de AstraZeneca (esta no es de tecnología de ARN mensajero).
“Presentamos estas demandas para proteger la innovadora plataforma de tecnología de ARNm en la que fuimos pioneros, invertimos miles de millones de dólares en su creación y patentamos durante la década anterior a la pandemia de Covid-19”, afirmó en el comunicado Stéphane Bancel, director ejecutivo de Moderna.
Según se explica desde el laboratorio demandante, la querella llega porque Pfizar y BioNTech han decidido utilizar la tecnología de ARN mensajero en mercados desarrollados donde no hay problemas de distribución por rentas. “De acuerdo con su compromiso con el acceso global equitativo, en octubre de 2020, Moderna se comprometió a no hacer cumplir sus patentes relacionadas con Covid-19 mientras continuara la pandemia”, apuntó la empresa. El laboratorio aseguró que había dejado en claro que si bien nunca haría cumplir sus patentes para ningunos de estos productos utilizados en los 92 países de ingresos bajos y medios de la alianza Covax, el laboratorio esperaba que compañías como Pfizer y BioNTech respetaran sus derechos de propiedad intelectual.
“Creemos que Pfizer y BioNTech copiaron ilegalmente los inventos de Moderna y han seguido usándolos sin permiso”, afirmó Shannon Thyme Klinger, directora legal de Moderna. “Moderna espera que Pfizer y BioNTech compensen a Moderna por el uso continuo de las tecnologías patentadas” por la empresa en la venta de la Cominarty en esos países.
Sin embargo, la compañía no pide la suspensión cautelar judicial de la venta del producto de Pfizer y BioNtech, ni de la venta en países de la alianza Covax ni tampoco en fecha anterior a marzo de 2022 (cuando se produjo gran parte de las ventas).
En lo que va de año, la vacuna de Moderna, su único producto comercial, ha conllevado unos ingresos de 10.400 millones de dólares en ingresos, mientras que la alternativa de Pfizer ha generado cerca de 22.000 millones.
El desarrollo de las vacunas de Covid-19 ha provocado ya otros enfrentamientos judiciales. La biotec alemana Curevac, que no ha conseguido de momento lanzar comercialmente su versión para el Covid-19, presentó en julio una querella contra BioNTech. La propia Moderna también ha sido demandada por infracción de patente en Estados Unidos y tiene una disputa en curso con los Institutos Nacionales de Salud de ese país sobre los derechos de la tecnología de ARNm.
La supuesta copia
Según la versión de Moderna, Pfizer y BioNTech testaron varias alternativas de ARN mensajero y finalmente decidieron proceder con una vacuna que tiene exactamente la misma modificación química de ARNm en su vacuna que Spikevax, de Moderna. Los científicos de este laboratorio habían comenzado a desarrollar esta modificación química que evita provocar una respuesta inmunitaria indeseable cuando se introduce ARNm en el organismo en 2010 y fueron los primeros en validarla en ensayos con humanos en 2015.