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Suecia se vio obligada a recurrir a la quema de petróleo ante la escasez de energía eólica y las interrupciones en centrales nucleares que provocaron un encarecimiento histórico de los precios energéticos, informa Bloomberg.

La central termoeléctrica de Karlshamn, cuya capacidad es de 662 megavatios, ha estado funcionando a unos 200 o 300 megavatios y se ha recurrido a ella «con frecuencia durante la última semana, desde la mañana hasta la noche», indicó al medio el portavoz del operador Uniper SE, Torbjorn Larsson.

La planta, construida a principios de los años 70 y que quema fueloil pesado, ha estado utilizando entre 50 y 70 toneladas de combustible por hora, lo que equivaldría a unos 9.000 barriles diarios en un periodo completo de 24 horas, según los cálculos del medio.

El pasado miércoles, los precios de la electricidad en el sur del país, que es especialmente vulnerable a los bajos niveles de viento tras el cierre de varios reactores nucleares en los últimos años, alcanzaron su máximo histórico al disparase hasta un 51 %.

Si bien la quema de petróleo es una fuente fiable de generación de energía, es una de las técnicas más contaminantes, por lo que parece que la lucha contra el calentamiento global ha pasado a un segundo plano en medio de la crisis energética que afronta Europa. Además, a ello se suma el creciente uso del carbón, necesario para satisfacer la demanda energética en la región.