Los precios del crudo en Europa ya han subido mucho, con un salto del 48,41% desde el comienzo del año. Mientras tanto, el costo del gas natural ha subido más de un 98% desde el 3 de enero, y el director general de Shell advierte que a Europa le espera un invierno duro.
El CEO de Shell, Ben van Beurden, afirma que los precios del gas aumentarán significativamente y que, en el peor de los casos, Europa podría tener que racionar su consumo de energía.
«A algunos países les irá mejor que a otros, pero todos nos enfrentaremos a una escalada muy significativa de los precios de la energía», explicó van Beurden.
La culpa es de las sanciones antirrusas impuestas por la UE y el deterioro de las relaciones entre Rusia y gran parte de Europa. El viejo continente obtiene aproximadamente el 40% de su suministro energético del país euroasiático.
El gasoducto Nord Stream 1, que atraviesa el mar Báltico y llega a Alemania, complica aún más la situación. Ha sido cerrado para su mantenimiento, que durará unos 10 días, pero muchos en Europa temen que no se vuelva a poner en marcha.
Si eso ocurre, el continente tendrá dificultades para cumplir sus objetivos energéticos. La Unión Europea pretende tener lleno el 80% de su capacidad de almacenamiento para noviembre, pero sin la reapertura del oleoducto, eso parece improbable. Actualmente, las reservas se sitúan en el 62,6%.
Funcionarios y dirigentes de toda Europa ya advierten a sus ciudadanos que les esperan tiempos difíciles. En Francia, el presidente, Emmanuel Macron, dijo a los ciudadanos durante el discurso por el Día de la Bastilla que esperaran algún racionamiento de energía, incluyendo el apagado de las luces de la calle por la noche. También pidió un tiempo de «sobriedad energética» en el país.
Por otra parte, en Alemania, el jefe del regulador energético del país, Klaus Muller, sostuvo que espera que las facturas de calefacción se tripliquen el año que viene. En 2022 ya se han duplicado con respecto al año pasado.
Mientras tanto, el regulador energético del Reino Unido, Ofgem, ya ha aumentado los precios máximos de la energía y se espera que lo haga de nuevo en octubre, subiendo los precios hasta un 65%.
Mientras tanto, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso ha descartado las especulaciones relacionadas con la suspensión del suministro de gas a través de Nord Stream.
«Estamos hablando de trabajos de mantenimiento preventivo planificado. Se llevarán a cabo del 11 al 21 de julio», declaró la portavoz, María Zajárova, al señalar que se trata de una actividad rutinaria anual «como parte del programa de gestión de la integridad a largo plazo para garantizar su funcionamiento eficaz, seguro y fiable».
Según Zajárova, el calendario de estos trabajos ha sido acordado y coordinado de antemano con los socios de transporte y suministro de gas, por lo que «toda especulación sobre este tema» es simplemente rechazada y considerada inapropiada.
«En cuanto al funcionamiento del gasoducto en el futuro, mucho dependerá de nuestros socios, tanto en lo que respecta a la demanda de gas como a evitar el impacto negativo de las medidas restrictivas ilegítimas, las sanciones unilaterales como sucedió, por ejemplo, de nuevo con la reparación de la turbina de Siemens en Canadá», subrayó la representante del Ministerio de Asuntos Exteriores.