Página12

La fiscala Cecilia Incardona se basó en el informe enviado por el FBI de Estados Unidos para dictaminar que debe profundizarse la investigación sobre el piloto, Abolghasem Ghasemi, y, además, requerir más documentación sobre el Jumbo de Conviasa y la carga que trajo el avión, autopartes de Volkswagen. El objeto procesal definido por la fiscala es establecer si el vuelo a la Argentina “fue exclusivamente para transportar mercadería o bien si estuvo fundado en razones diferentes a las alegadas y constituya, eventualmente, un acto de preparación para proveer bienes o dinero que pudieran utilizarse para una acticidad de terrorismo, su financiamiento u organización”. O sea, Incardona convalida el informe del FBI, admite que no tiene valor legal, pero le pide al gobierno de los Estados Unidos “que amplíe lo ya informado y manifieste si Gholamreza Ghasemi resulta formalmente investigado en algún proceso en ese país y si tiene alguna medida de restricción. Asimismo, si pesa o no un embargo sobre la aeronave”.

Como se sabe, el Jumbo recorrió medio mundo sin inconvenientes, pero los servicios de inteligencia, aliados a la oposición, armaron una gigantesca operación que este martes cumplió dos semanas. Ghasemi no tiene órdenes de captura ni alertas rojas y tampoco el 747 carguero tuvo problemas para pasar por China, India, Pakistán, Serbia, Cabo Verde, México, Paraguay, Aruba y otros países, por lo que fue contratado para traer las autopartes de Volkswagen. Pero después que todos los organismos contestaran que no tenían nada para imputarle al piloto o al avión, el FBI envió ese informe en el que no menciona que Ghasemi haya cometido tal o cual delito, ni siquiera que participó de un determinado viaje a Siria o El Líbano para proveer armamentos o explosivos. Tampoco exhibió fotos o documentos u organigramas, muy propios de los informes de inteligencia. Sin embargo, la fiscala considera que a raíz de ese paper norteamericano, corresponde profundizar la investigación.

El texto del FBI tiene una curiosidad. Está encabezado por un largo párrafo en el que se señala que no puede ser usado como prueba judicial ni en ningún proceso legal. Sin embargo, el informe se lo envió el FBI al juez, con nombre y apellido. Y la fiscala admite que contiene «la salvedad» de que es únicamente de uso para inteligencia, aunque termina siendo la única base de su dictamen.

Durante la jornada de este martes, el abogado de la empresa venezolana entregó en el juzgado de Federico Villena, copia apostillada (certificada) del Certificado de Aeronavegabilidad del Jumbo, firmado por el titular de Seguridad Aeronáutica de Venezuela. También los chequeos que se le hicieron oficialmente al avión para autorizar a que vuele, los estatutos de Emtrasur y las actas de la asamblea de accionistas de Conviasa, el registro del Jumbo como venezolano el 13 de septiembre de 2021. Con toda esa documentación, los titulares de Conviasa le pidieron la juzgado que les devuelvan el avión, algo que –después del dictamen de Incardona– parece imposible.

Las decisiones ahora las tomará el juez en base a los pedidos de la fiscala:

* ”Debe acreditarse de modo fehaciente la titularidad de la aeronave para determinar si la iraní Mahan Air sigue teniendo algún tipo de vinculación”. El Mossad israelí, según fuentes del gobierno, le hizo llegar al Ejecutivo un informe oral distinto, sosteniendo que desde que está en manos de Venezuela, no se han hecho operaciones extrañas con el avión. Tampoco manifestaron acusaciones contra el piloto, que según ellos tenía un cargo comercial, no vinculado a operaciones que tengan que ver con terrorismo. Eso no se tradujo en ningún texto presentado en el juzgado.

* «Existen inconsistencias en la información respecto de quienes componen la tripulación , lo cual deberá ser también profundizado en la investigación”. La fiscala no especifica las inconsistencias, pero se supone que tienen que ver con la cantidad de tripulantes y el carácter de instructores de los cinco iraníes.

* ”Deberá indagarse aún más por el contenido de la carga con la finalidad de verificar si coincide la operación comercial declarada con el contenido real de la mercadería que transportaba el avión”. Es un punto extraño, porque las autopartes de Volkswagen vinieron en tres aviones, el de Emtrasur y dos de Skylease. Tal vez, la fiscala quiera verificar si el avión traía algo más, pero ya se hicieron dos inspecciones, una ilegal y otra legal, sin que se encontrara nada. En el operativo de la PSA se utilizaron 60 agentes y diferentes tipos de canes, anti-explosivos y anti-drogas.

Tras el dictamen y los pedidos de medidas de Incardona –11 en total– la causa seguramente se va a demorar. Es extraño que personas que no están acusadas de ningún delito –por ejemplo los 14 venezolanos y cuatro de los cinco iraníes– se los mantengan en una especie de prisión domiciliaria sin que se haya aportado una sola prueba al expediente. Sólo un informe de inteligencia de un país enfrentado a Irán en el terreno geopolítico.