Agencias

El Ministerio del Interior de Alemania elaboró un informe en el que hace un llamado a la población a abastecerse con agua y alimentos no perecederos para diez días ante una posible crisis de suministros que, prevén, esté influenciada por el cese de la importación de gas ruso.

El Gobierno alemán aconseja a las familias a tener en sus casas dos litros de agua potable y 2.200 kilocalorías por persona al día, en alimentos como arroz, pasta, azúcar, enlatados, entre otros.

Alemania, cuyo sistema eléctrico en gran parte depende del gas, teme que ocurra un apagón nacional que afecte la cadena de suministros.

«Es posible que esté pensando en la serie ‘Apagón’ o en la cuarentena durante la pandemia. Así es, estos son dos ejemplos en los que el almacenamiento es útil. Porque en caso de un apagón a gran escala, debido al corte de energía los supermercados y gasolineras estarían cerrados. El refrigerador y el congelador también fallarían y, dependiendo de las condiciones regionales, tampoco saldría agua potable por el grifo», explica la página web oficial del Ministerio del Interior.

Ante este escenario, un «aprovisionamiento de alimentos y bebidas ayudaría a durante el tiempo que tarde en comenzar la ayuda estatal», agrega la cartera ministerial.

El gobierno alemán realizó este llamado en mayo, pero ha tomado fuerza en los últimos días después de que el jueves el gigante gasístico ruso Gazprom cortara el suministro de gas a las compañías Ørsted, principal grupo energético de Dinamarca, y a Shell Energy Europe, que suministra gas a Alemania, por negarse a pagar por el combustible en rublo

El contrato entre Gapzom Export y Shell para el abastecimiento de gas a Alemania preveía el suministro de hasta 1.200 millones de metros cúbicos de gas al año, según citan medios europeos.

Gazprom ya cortó el gas a Países Bajos, Polonia, Bulgaria y Finlandia por el mismo motivo.

A finales de marzo el presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó un decreto que establece las normativas para adquirir el gas natural a los «países inamistosos» que impusieron las sanciones contra Moscú, tras el operativo militar especial sobre Ucrania.