Antonio Varela
Con una deuda externa de 400.000 millones de dólares y un 40% de la población bajo la línea de pobreza, la Argentina celebra el 212 aniversario de la denominada»Revolución de Mayo», gestada en 1810 por patriotas intentando despojarse del yugo imperial.
Los actuales niveles de endeudamiento y pobreza solamente pueden ser alcanzados por décadas de saqueo e indolencia de las clases dominantes que han extraído del país las ganancias logradas por el esfuerzo de millones de trabajadores a lo largo de estos años.
El Poder Real desarrollado por las elites mediante el poder de la fuerza militar-policial-económica y financiera fue optimizado con la evolución de las tecnologías de información y comunicación manteniendo en situación de semicolonia a un país con inmensos recursos alimentarios y energéticos sumido en la pobreza y miseria extremas.
Sus clases dominantes junto a los gobiernos gerentes de las corporaciones han logrado, 200 años después, subsumir a la población en un estado de pauperización similar a los infames días del año 2001, la peor crisis social nunca antes vista en la Argentina.
Ahora, y bajo un gobierno de apariencias peronista-socialdemócrata se cierne un colapso económico, social y cultural que mantiene una situación de crisis permanente producto de la defección de sus cúpulas gobernantes en cogobierno con el poder económico nacional y extranjero, extrayendo las ganancias generadas en el territorio argentino y enviadas a través de mecanismos financieros hacia los centros económicos globales.
La población local, asistida socialmente para evitar una catástrofe civilizatoria, se mantiene así neutralizada por las elites y sus gerentes, que intentan cada vez con más esfuerzo controlar lo que podría ser un estallido nunca antes visto en tierras pampeanas de consecuencias desastrosas para el país y la región.
El yugo imperial emerge con sus empresas, bancos y gobiernos succionando las riquezas y avanzando bajo administraciones «diferentes» con el objetivo de incrementar las arcas de los tesoros de los centros de poder del capitalismo, que amenaza al mundo con hambrunas y desastres climáticos.
Viva la Patria!!!