Sofía Solari Arena

En un contexto internacional marcado por la guerra entre Rusia y Ucrania y agravado por la situación pandémica, el gobierno italiano aprobó un «decreto de ayudas» para asistir a familias y empresas ante el encarecimiento de la energía y de las materias primas. Las ayudas son por un total de 14 mil millones de euros y serán financiadas, en parte, con las «ganancias inesperadas» que tuvo el sector energético producto del contexto bélico. 

En lo que va del año, el Gobierno italiano invirtió más de 20 mil millones de euros para proteger su economía del aumento de los precios de la energía y tomó varias medidas para reducir su dependencia de los suministros rusos, que representan alrededor del 40% de las importaciones de gas. «En el clima de enorme incertidumbre que hay, el Gobierno intenta dar, en la medida de lo posible, un mensaje de cercanía a todos los italianos. El objetivo principal de este decreto es proteger el poder adquisitivo de las familias, en especial a las que tienen rentas más bajas, y la actividad productiva de las empresas», destacó el primer ministro Mario Draghi, al presentar el paquete de ayudas de 200 euros para trabajadores y pensionados con la intención de sortear los efectos de la inflación que en abril fue de 6,2%

No es la primera vez que el Gobierno italiano ofrece este tipo de ayudas pero si es una novedad, que cada vez se extiende a más países, el hecho de que la financiación sea, en parte, mediante la renta inesperada que tuvieron las empresas de energía por la situación bélica. 

Qué es la renta inesperada y cómo se cobra

El término «renta inesperada» refiere a las ganancias extraordinarias obtenidas por una empresa en un período determinado. En este caso el gravamen aplica a las empresas energéticas, que en un periodo de subida extraordinaria de precios internacionales aumentaron sus ganancias. Por ejemplo, el ENI (Ente Nazionale Idrocarburi/Corporación Nacional de Hidrocarburos) que según los datos públicos ofrecidos pasó de 270 millones de beneficio neto en el primer trimestre de 2021 a 3.200 millones en el primer trimestre de 2022. 

El decreto que presentó Draghi explicó que la captura de la renta se hará a partir de comparar las ganancias declaradas entre octubre 2020 y marzo de 2021, con las del periodo octubre 2021 y marzo 2022. Además agregó que si la diferencia es superior al 25%, y al mismo tiempo mayor a 5 millones de euros, se aplica el impuesto

«La situación acá en Italia está muy pesada», opinó en conversación con El Destape el economista Francesco Schettino y explicó que las familias italianas no tienen para pagar el alquiler ni los servicios. «El Gobierno no tenía una posición muy clara sobre cómo resolver esta situación pero de alguna manera se vio obligado a tomar medidas como las de ofrecer un bono y financiarlo mediante la renta inesperada para preservar el país de una revuelta«, explicó el economista y agregó: «Después de dos años de pandemia y de algunos meses de guerra la situación no es nada simple».

Draghi, que asumió como primer ministro en febrero de 2021, no se caracterizó por ejecutar políticas destinadas a mejorar las condiciones de los sectores populares, sino más precisamente representa al sector empresarial, de hecho antes de desembarcar en el cargo se había desempeñado como presidente del Banco Central Europeo. «Por ahora no hay mayores reacciones en contra del sector empresario ante la decisión de gravar la renta inesperada, lo que señala que si Draghi tomó una medida así es porque tenía el aval de los empresarios», analizó Schettino.

La situación, sin embargo, no está del todo resuelta. Del total de los 14 mil millones de euros, los recursos que lleguen a partir del gravamen de la renta inesperada cubrirían un 7 por ciento de ese total, según estimó para El Destape el jurista y analista italiano, Fabio Marcelli, y agregó que la parte restante es posible que se obtenga a partir de «una sub ejecución del presupuesto anual». Marcelli también señaló que el decreto que firmó Draghi tiene una cláusula para habilitar un mecanismo de control que le permita al Gobierno evaluar qué porcentaje de los aumentos en el precio de la energía son producto de la situación de guerra y qué tanto es una decisión de las empresas de maximizar sus ganancias. 

Otras de las medidas que tomó el Gobierno italiano para sortear la situación de crisis económica incluyen descuentos y pago en cuotas de las facturas de luz y gas, una medida que hizo extensiva a empresas y familias y alcanzaría a un total de 5,2 millones de usuarios, y que prevé la posibilidad de pagar las facturas de los consumos de mayo y junio de 2022 hasta un máximo de 24 cuotas mensuales. “Se necesitan herramientas excepcionales contra la inflación”, argumentó Draghi al presentar este paquete de medidas. 

Según los últimos datos de la Autoridad de Electricidad, Gas y Agua (Arera) el gasto en servicio de luz para una familia tipo es de 948 euros en el período de julio de 2021 y junio de 2022, lo que representa un 83 por ciento más que en el período 2020-2021. En el caso del gas la situación es similar, con un gasto tasado en 1.652 euros, un 71 por ciento respecto a los doce meses anteriores.