Germán Gorráiz López

El padre de la Constitución argentina, Juan Bautista Alberdi en su libro «El Crimen de la Guerra » escrito en 1872 afirma que «las guerras serán más raras a medida que la responsabilidad por sus efectos se hagan sentir en todos los que las promueven y las incitan», con lo que se anticipa en casi un siglo al final de la escalada nuclear que tuvo su punto de inflexión en la Crisis de los Misiles de Cuba y que culminó con la firma por Kennedy y Jrushchov del Acuerdo de Suspensión de Pruebas Nucleares (1962) y la implementación de la Doctrina de la Coexistencia Pacífica. Sin embargo, tras el conflicto ucraniano asistiremos al retorno de la Guerra Fría entre Rusia y EEUU (Guerra Fría 2.0), a la retirada de EE.UU. del Tratado INF, la consecuente reactivación de la carrera nuclear y una posible reedición de la Crisis de los Misiles que tendría como epicentros Rumanía, Kaliningrado y Cuba.

La OTAN y la Doctrina de la Contención

Las durísimas declaraciones de Joe Biden sobre Rusia («Putin es un criminal de guerra») y la implementación de sanciones para lograr la asfixia económica y la inanición financiera de Rusia a raíz del conflicto ucraniano han escenificado la llegada de la Guerra Fría 2.0 y el retorno de las tesis geopolítica de George Kennan. Así, la OTAN habría apostado por incrementar los recursos destinados al desarrollo militar además de informar de sus proyectos de colaborar en esa área con países como Ucrania, Países Bálticos, Georgia, Moldavia y Polonia tras la crisis ucraniana y habría incrementado su presencia militar en el Este europeo al emplazar cuatro batallones en los Países Bálticos y Polonia así como 20 aviones F-16, con lo que el contingente total de sus tropas en Europa superaría los 75.000 miembros.

Ello en la práctica significaba la vulneración del Acta Fundacional OTAN-Rusia de 1997 por la cual la OTAN descartaba «el estacionamiento permanente de un contingente sustancial y adicional de tropas de combate en el Este de Europa» y el retorno a la Doctrina de la Contención, cuyas bases fueron expuestas por George F. Kennan en su ensayo «Las fuentes del comportamiento soviético » publicado en la revista Foreign Affairs en 1.947 y cuyas ideas principales se resumen en la cita » el poder soviético es impermeable a la lógica de la razón pero muy sensible a la lógica de la fuerza», y en este contexto se incluiría la prevista integración de Suecia y Finlandia en las estructuras militares de la OTAN, la quinta fase del despliegue del escudo antimisiles en Europa (Euro DAM) y el incremento de fuerzas militares con 4 nuevos batallones desplegados en la frontera europea con Rusia.

¿Provocará la miopía geopolítica de EEUU una nueva Crisis de los Misiles?

Tras los desacuerdos surgidos entre EEUU y Rusia por la declaración unilateral de independencia de Kosovo, Abjasia y Ossetia del Sur, Barack Obama habría aparcado el proyecto del Escudo de Misiles Antibalísticos (NDM), sustituyéndolo por «un nuevo sistema de defensa anti-misil móvil» con la intención de convertir a Rusia en colaborador necesario en la salvaguarda de la paz y estabilidad mundiales. En un principio, Rusia y la OTAN acordaron cooperar en la creación del escudo antimisiles para Europa en noviembre de 2010 en la Cumbre Bilateral de Lisboa, pues para Moscú era vital que «la OTAN ofreciera garantías reales de que ese sistema no apuntaría a Rusia y disponer de un documento jurídicamente vinculante al respecto».

Sin embargo, la Administración Obama, (siguiendo la inercia mimética de la Administración Bush de ningunear a Rusia), rehusó ofrecer dichas garantías por escrito y en septiembre de 2009 el presidente Obama ( presionado por el establishment o poder en la sombra de EEUU), aprobaba la implementación del nuevo sistema europeo de defensa anti-misiles,( European Phased Adaptative Approach (EPAA), que en realidad se trata de un escudo anti-misil global en el que los misiles interceptores emplazados en plataformas móviles pueden abatir blancos en un espacio.

En realidad, la quinta fase del despliegue del escudo antimisiles en Europa (Euro DAM) se inició en mayo del 2016 cuando entró en servicio el sistema de defensa antibalística Aegis Ashore en la base de Deveselu (Rumanía), a tan sólo 600 Km de la península de Crimea y siguiendo la dinámica de la Guerra Fría (acción-reacción), Rusia instaló en Kaliningrado los misiles Iskander así como misiles antiaéreos S-400 con lo que en palabras del politólogo Vladímir Abrámov « la provincia de Kaliningrado volverá a desempeñar el papel de pistola en la sien de Europa como hace dos décadas». Asimismo, Putin en un mensaje a la Asamblea Federal, lanzó la advertencia de que » Rusia podría además utilizar el misil hipersónico Tsirkon que con una velocidad de Mach 8 y que lanzado desde submarinos podría alcanzar cualquier Centro de Mando de EEUU en cinco minutos así como el proyectil de crucero Burevestnik y el dron submarino nuclear Poseidon».

Finalmente, y según rt.com Rusia estaría negociando instalar sus bases militares con Cuba, Venezuela, Nicaragua, Seychelles y Singapur con el objetivo inequívoco de ampliar el radio militar ruso, pues según el analista Lajos Szaszdi «la apertura de la bases en el exterior es necesaria para la disuasión estratégica de Rusia, la inteligencia, así como para verificar los acuerdos del desarme y también determinar qué planes hay de parte del Pentágono en caso de operaciones o intervenciones en el extranjero. Así, no sería descartable que tras el contencioso ucraniano se proceda a la firma de un nuevo Tratado de Colaboración militar ruso-cubana (rememorando el Pacto Secreto firmado en 1.960 en Moscú entre Raúl Castro Y Jruschov) que incluiría la instalación de una base de Radares en la abandonada base militar de Lourdes para escuchar cómodamente los susurros de Washington pudiendo revivirse la Crisis de los Misiles Kennedy-Jruschev (octubre, 1.962) y la posterior firma con Jrushchov del Acuerdo de Suspensión de Pruebas Nucleares (1962) tras lo que se implementaría el G2 o Primus Inter Pares EEUU Rusia.