El Departamento de Justicia inició una investigación junto al FBI para identificar a las compañías que se aprovechen de las interrupciones en la cadena de suministro y ejerzan conductas anticompetitivas, con el fin de incrementar ganancias ilícitas.
Así se desprende de un comunicado publicado por el Departamento de Justicia el pasado 17 de febrero, en el que explica que la medida surge como consecuencia de los aumentos de precios que inicialmente se derivaron por la interrupción de la cadena de suministro causadas por la pandemia mundial de covid-19.
A raíz de los persistentes aumentos de precios, que inicialmente se derivaron de las interrupciones en la cadena de suministro por la pandemia del covid-19, la División Antimonopolio de dicha cartera y el FBI han decidido «proteger a los consumidores estadounidenses de esquemas colusorios». «No permitiremos que las empresas confabulen para cobrar más de lo debido a los consumidores, con el pretexto» de esta crisis, señaló el fiscal general adjunto Jonathan Kanter.
Por su parte, el subdirector Luis Quesada de la División de Investigación Criminal del FBI, expresó que las interrupciones en la cadena de suministro ”han creado una oportunidad para que los delincuentes fijen precios y cobren de más a los clientes”.
Añadió que socios del FBI encargados de hacer cumplir la ley continuarán colaborando e investigando esquemas que violan las leyes antimonopolio y sofocan nuestra la recuperación económica de Estados Unidos.
Como primera medida, el plan le está dando prioridad a cualquier investigación existente en la que los competidores puedan estar explotando las interrupciones de la cadena de suministro para obtener ganancias ilícitas, y está tomando medidas para investigar de manera proactiva la colusión en las industrias particularmente afectadas por las interrupciones del suministro.
La División Antimonopolio creó un grupo de trabajo con autoridades de otros países como Gran Bretaña, Australia, Nueva Zelanda y Canadá. El objetivo es compartir inteligencia y detectar artimañas globales.
Esta crisis de interrupciones ha afectado fuertemente a EE.UU., donde la inflación alcanzó niveles récord en enero, con un aumento del 7,5 % respecto al mismo mes del 2021, mientras la confianza del consumidor se desplomó a un mínimo de once años. Estos factores provocaron duras críticas contra el presidente Joe Biden y su Gobierno. Entretanto, desde la Casa Blanca culpan a la «codicia» de las empresas del incremento de los precios.
Además de las interrupciones en la cadena de suministro, otro de los factores que influyó en la inflación es el aumento de la demanda en medio de la recuperación de la economía tras el golpe de la pandemia. La situación también se agravó por las medidas que las autoridades estadounidenses adoptaron para apoyar a sus ciudadanos, inyectando enormes sumas de dinero en la economía.