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La administración del presidente estadounidense Joe Biden «quiere que Rusia invada Ucrania» para poder imponer sanciones «draconianas» contra Moscú y beneficiar al complejo militar-industrial estadounidense, afirmó este viernes Tulsi Gabbard, exmiembro de la Cámara de Representantes de EE.UU.

La demócrata, conocida por sus declaraciones contra las guerras y las intervenciones de Washington para cambios de régimen en otros Estados, señaló a Fox News que el líder del país norteamericano podría evitar un conflicto, garantizando que Ucrania nunca se unirá a la OTAN.

«En primer lugar, el presidente Biden podría poner fin a esta crisis y evitar una guerra con Rusia haciendo algo muy simple», señaló. «Garantizar que Ucrania no se convierta en miembro de la OTAN, porque si Ucrania se convirtiera en miembro de la OTAN, eso pondría a las tropas de EE.UU. y de la OTAN justo a las puertas de Rusia, lo que, como ha expuesto [el mandatario ruso Vladímir] Putin, socavaría sus intereses de seguridad nacional», detalló.

En opinión de la excongresista, es «muy poco probable» que Kiev llegue a ser miembro de la Alianza Atlántica. «Así que la pregunta es, ¿por qué el presidente Biden y los líderes de la OTAN no dicen realmente eso y lo garantizan?», se preguntó. «Realmente, esto solo apunta a una conclusión que puedo ver, que es que realmente quieren que Rusia invada Ucrania», dijo.

«Sanciones draconianas» contra Rusia y beneficios del complejo militar-industrial de EE.UU.

Según manifestó Gabbard, en primer lugar, un conflicto «daría a la administración Biden una clara excusa para imponer sanciones draconianas, que son un asedio moderno contra Rusia y el pueblo ruso». «Y, en segundo lugar, consolida esta Guerra Fría. El complejo militar-industrial es el que se beneficia de esto», continuó.

Señaló que el complejo militar-industrial es controlado «claramente» por la administración Biden y «los belicistas de ambos bandos en Washington han avivado estas tensiones». «Si consiguen que Rusia invada Ucrania, entonces, una vez más, se encierra en esta nueva Guerra Fría», explicó.

Gabbard argumentó que el complejo militar-industrial de EE.UU. ganaría «mucho más dinero del que ha ganado luchando contra Al Qaeda o fabricando armas para Al Qaeda». «¿Y quién paga el precio? El pueblo estadounidense paga el precio, el pueblo ucraniano paga el precio, el pueblo ruso paga el precio. Socava nuestra propia seguridad nacional, pero el complejo militar-industrial que controla a tantos de nuestros políticos gana, y ellos corren al banco», concluyó.

  • Las afirmaciones sobre una posible invasión rusa de Ucrania se han venido intensificando en Occidente desde el pasado mes de noviembre, cuando varios medios airearon supuestos planes para llevar a cabo dicha operación. Por su parte, Moscú rechaza estas acusaciones y asegura que la Alianza Atlántica está militarizando a su vecino.
  • El presidente de Rusia, Vladímir Putin, le declaró este sábado a su homólogo de EE.UU. que Moscú no entiende por qué EE.UU. proporciona a los medios de comunicación información deliberadamente falsa sobre los supuestos planes rusos para ‘invadir’ Ucrania, afirmó el asesor presidencial, Yuri Ushakov.
  • La Cancillería rusa señaló este viernes que se está llevando a cabo «un ataque mediático coordinado» contra Moscú para «socavar y desacreditar las justas exigencias de Rusia en materia de garantías de seguridad, así como para justificar las aspiraciones geopolíticas occidentales y el desarrollo militar del territorio ucraniano». El Ministerio subrayó que se puede «hablar de una conspiración de las autoridades occidentales y de los medios de comunicación para crear una tensión artificial en torno a Ucrania a través de la siembra masiva y coordinada de información falsa por intereses geopolíticos, en particular para desviar la atención de sus propias acciones agresivas».
  • Por su parte, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, reafirmó este viernes durante una reunión con su homólogo británico, Ben Wallace, remarcó que el aumento de la tensión en la región no es «ni de lejos» culpa de Rusia