Rubén Ramos Alizorojo

Las dos revistas científicas más importantes del mundo occidental (Nature y Science) acaban de publicar los resultados de una última investigación sobre los efectos sobre el corazón de la Covid-19. Estos aparecen documentados en la revista Science bajo el título «Covid-19 afecta gravemente la salud del corazón un año completo después de la recuperación». Covid-19 daña el corazón.

Anteriormente el 23 de Septiembre del 2020, esta misma revista había adelantado que los estudios realizados con muestras de autopsias demostraban que la infección por SARS-CoV-2 dañaba el corazón tanto directa como indirectamente. Cov-19 daña el corazón-1. Este estudio probaba que no eran sólo los pulmones sino también el corazón, el riñón y el hígado los órganos afectados por la infección.

A pesar de todas estas evidencias, hay todavía quienes ponen en duda que el «descarrilamiento» de la Covid-19 tiene como objetivo estratégico el exterminio de la humanidad para preservar «el mundo» occidental y judeocristiano –blanco, supremacista y sionista. Hay que exterminar a los inútiles e inservibles (pobres, enfermos crónicos, jubilados, viejos); a los indeseables (mestizos, negros, amarillos) y a los árabes, «hijos bastardos de Abraham con su esclava y concubina Agar».

Ya nadie puede poner en duda que la pandemia del Covid-19 fue «descarrilada» por los patócratas «del mundo» (que no es la humanidad) liderados por EEU y el Reino Unido. El término «descarrilamiento» fue acuñado por los mentores del Foro de Davos. Organismo controlado por los mil millonarios autoproclamados «filántropos» -Bill Gates, Gyorgy Soros, Buffett-, los CEOS de las big tecnologías y de los laboratorios e industrias farmacéuticas como BioNTec-Pfyzer; AstraZeneca, Janssen-Johnson y Johnson, Moderna y otras.

Estas últimas están encargadas de asegurar, en el corto y mediano plazo, el exterminio anunciado en el 2015 por Bill Gates, el oráculo de la insania.

De este modo, «el mundo» occidental y judeocristiano (EEUU, Reino Unido, Canadá, Unión Europea, Israel), quedará a salvo. «La humanidad» bajo la única hegemonía de una sola raza, una sola religión, una sola economía, una única «gobernanza» cuya tiranía ya estamos viviendo.