Agencias
Los partidos de la actual coalición oficialista de derecha «Chile Vamos» fueron recibidos este miércoles por el presidente electo, Gabriel Boric, con el que abordaron su rol en la próxima administración y temáticas «urgentes», como la violencia en la zona sur del país.
«Es una buena señal. Venimos con un espíritu constructivo, vamos a ser una oposición constructiva, no venimos con el espíritu destructivo que vimos», señaló al finalizar la cita el líder de la ultraconservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), Javier Macaya.
El encuentro, que se extendió por cerca de 90 minutos, contó con la presencia tanto del futuro gobernante como de los presidentes de y secretarios generales de los partidos que formarán el bloque opositor, con excepción de los representantes de Renovación Nacional (RN), que fueron notificados como contactos estrechos por la covid-19 tras el positivo de una de sus parlamentarias.
La reunión tuvo como ejes principales la relación que sostendrá la derecha con el futuro gobierno, que asumirá el mando el próximo 11 de marzo, su rol en un Congreso dividido y aspectos más coyunturales como la violencia en la zona sur, que la víspera que dejó dos fallecidos tras disparos perpetrados por desconocidos.
«Nosotros esperamos que, con señales como la que estamos dando hoy día, en nuestro país vaya mejorando el clima», agregó Macaya.
Diputado de 35 años por Magallenes y exlíder estudiantil, Boric se define como ecologista, feminista y regionalista y quiere ampliar el papel del Estado hacia un modelo de bienestar parecido al de Europa.
Será el presidente más izquierdista desde el Gobierno del derrocado Salvador Allende (1970-1973) y el primero que no forma parte de los dos grandes bloques que se repartieron el poder desde el retorno a la democracia en 1990.
Durante su periodo de cuatro años, Boric deberá hacer frente a un país social y políticamente agitado, además de abatido tanto a nivel sanitario como económico por la pandemia de la covid-19.