Pagina12
Buenos Aires.-Bahía Blanca fue escenario de un nuevo atentado: en esta ocasión, la víctima fue el director de la Región Sanitaria 1, Maximiliano Núñez Fariña, cuando, en la madrugada del sábado, detonaron un explosivo en su domicilio. Los autores, parte del grupo que en noviembre llevó a cabo un ataque similar a una referente mapuche, también dejaron panfletos con amenazas de muerte. El motivo del ataque serían las medidas implementadas en el territorio, como el pase sanitario. “Cuando pasa algo así uno se indigna, porque hoy vemos esta agresión a médicos y enfermeros cuando, hace dos años, nos aplaudían”, expresó Núnez Fariña a Página/12. El hecho fue repudiado por diferentes funcionarios del gobierno de la provincia de Buenos Aires.
La historia no pasó a mayores de casualidad, porque un grupo de chicas y chicos que comían un asado enfrente de la casa de Núñez Fariña vieron el incendio y se acercaron a los gritos y con un matafuegos. Fue así que su esposa se despertó a las 3:30 del sábado y lograron contener el fuego provocado por la explosión en el portón de la casa antes de que provocara daños graves. “La realidad es que pienso que han querido dejar una señal, porque si lo hacen en un día común y a plena luz del día, los daños pueden ser tremendos”, señaló el director de la Región Sanitaria 1, que abarca quince municipios bonaerenses y casi treinta postas de salud y vacunación.
Por un lado, Núñez Fariña destacó el accionar de la policía, que llegó rápidamente luego de que las víctimas llamaran al 911 al sentir el olor a nafta. En el lugar hallaron dos bidones derretidos y, a unos metros, panfletos con amenazas de muerte. “¿Pasaporte Sanitario? ¿Restricciones a la circulación? Quieren Muertos… Los van a tener”, se lee en uno de los folletos con la firma del Comando de Restauración Nacional “Mohamed Seineldín”. En los mismos volantes acusan a otros médicos y profesionales de la salud de participar “del asesinato de personas sanas en las terapias intesivas de la ciudad, durante la falsa pandemia mundial”.
Asimismo, la víctima del último atentado que ocurrió en Bahía Blanca también agradeció “el apoyo de todo el sistema político y también del sistema judicial” que lo contuvieron. El gobernador Axel Kicillof, la vicegobernadora Verónica Magario, y el ministro de Salud bonaerense Nicolás Kreplak fueron algunos de los funcionarios que expresaron su repudio a los hechos de enorme violencia, y su solidaridad con Núñez Fariña.
“Algo estaremos haciendo bien para que se enojen”, señaló a este diario el director, donde el porcentaje de personas vacunadas con al menos una dosis llega al 88 por ciento. “Pero las cosas no se solucionan con violencia, se solucionan con diálogo y consenso, y estas personas no buscaron sentarse y hablar conmigo”, añadió. “Estas cosas no hay que dejarlas pasar porque es importante erradicarlas, los actos de agresión no se pueden naturalizar”, continuó Nuñez Fariña. Bahía Blanca ya vio otros tres atentados en el último año: una explosión en un local de La Cámpora en mayo, una molotov en la casa de la referente mapuche Olga Curipan en noviembre (por el mismo grupo que detonó el explosivo este sábado) y también ese mes un paquete sospechoso en la puerta de un local del Frente de Todos.
“Lo que le pedí al fiscal fue eso: que busque los mecanismos para esclarecer los hechos y que se encuentre al culpable. Espero que haya voluntad por toda la sociedad, para que la gente realmente entienda que los tiempos cambiaron y que no te podés ir haciendo el vivo sin sufrir consecuencias”.
En este sentido también se expresó Matías Moreno, subsecretario de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires: “En Bahía Blanca ya es el cuarto atentado que han sufrido referentes políticos y sociales, por lo que, desde la Subsecretaría, exigimos que la Justicia actúe rápidamente para esclarecer estos hechos preocupantes”, dijo a Página/12, señalando que la no resolución de los sucesos previos repercute en su repetición, así como “ciertos sectores políticos que generan discursos de odio y envalentonan a estos grupos”. “No hay que dejar pasar estas cuestiones que tienen que ver con violencia política y nos remiten a los peores años de nuestro país”, señaló Moreno, y añadió: “Este sistema democrático que costó tanto conseguir hay que reforzarlo en la Justicia, pero también en el plano simbólico del repudio desde la política.
Informe: Sofía Moure