Deutsche Welle
Unos investigadores alertan sobre el aumento de desperdicios espaciales que orbitan alrededor de la Tierra y que estos podrían convertirse en una amenaza para la seguridad del planeta. Los expertos ofrecen una solución.
En los próximos años, la Tierra tendrá un anillo propio similar al de Saturno, pero conformado por grandes cantidades de basura espacial, según advirtió Jake Abbott, profesor de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Utah, en Estados Unidos.
«La Tierra está en camino de tener sus propios anillos, solo que ellos estarán hechos de chatarra», afirmó Abbott al medio local The Salt Lake Tribune.
Este anillo se producirá por la gran cantidad de basura ya existente, estimada por la Agencia Espacial Europea (ESA) en 170 millones de piezas de desechos, y que aumentará debido a los futuros lanzamientos y misiones en el marco del auge de la carrera espacial.
Esta gran cantidad de desechos, que viaja en el espacio a una impresionante velocidad de 20.600 km/h, podría significar un peligro importante para satélites, astronautas y otros objetos. Además, los objetos podrían potencialmente caer sobre la Tierra y convertirse en una amenaza para la seguridad del planeta y el medio ambiente.
¿Qué proponen los expertos?
Para impedir que la Tierra sea rodeada de chatarra espacial, Abbott y otros investigadores han planteado utilizar imanes y campos magnéticos, según describieron en un artículo publicado en la revista Nature.
Si bien no toda la chatarra espacial es de metal, Abbott asegura que es posible manipular y controlar la dirección de los desechos, basado en el fenómeno eléctrico conocido como Corriente de Foucault.
Para mover los desechos espaciales, los expertos proponen usar brazo robótico que disponga de un imán giratorio, el cual tenga la habilidad de generar corrientes eléctricas en forma de remolino, para de esta forma mover los objetos.
«Básicamente, hemos creado el primer rayo tractor del mundo. Ahora es solo cuestión de ingeniería construirlo y lanzarlo», dijo Abbott.
Actualmente, existen varios proyectos que proponen realizar una limpieza. La Agencia Espacial Europea, por ejemplo, comandará la primera misión que buscará reducir la contaminación espacial a través de un satélite limpiador.
Editado por José Ignacio Urrejola