AP
«Es el peor resfriado que he tenido en mi vida», «me siento como si me hubiese golpeado un autobús»… Mensajes como estos se pueden leer desde hace unas semanas en las redes sociales por parte de ciudadanos británicos, que han evidenciado los síntomas de un resfriado que comenzó en el sur del Reino Unido, pero que ya se ha extendido al resto del país.
La doctora Philippa Kaye, médico de cabecera en Londres, ha constatado en declaraciones a la BBC un incremento de casos de resfriados que nada tienen que ver con la Covid. «Hemos estado viendo un aumento en el número de toses, resfriados e infecciones virales», ha asegurado a ese medio.
Según Kaye, los números son tan altos como los que se registrarían en un invierno normal, y el motivo principal por el que esto ocurre está directamente relacionado con la relajación de las restricciones al coronavirus, lo que propicia el regreso de las infecciones más habituales.
«Se está juntando todo de una manera que no se ha visto en los últimos 18 meses», ha apuntado la experta. «Durante esos primeros cierres, vimos caer el número de otras infecciones (no Covid). Creemos que eso se debió principalmente a las restricciones en las reuniones», ha señalado.
Rebecca London, trabajadora de 24 años de Bournemouth, ha calificado sus síntomas como «el peor resfriado de la historia», que cogió en un festival. «Apenas dormía, me despertaba por la noche tosiendo, con la nariz moqueando constantemente y sintiéndome muy cansada», ha dicho en declaraciones a la emisora Radio 1 Newsbeat.
Ante situaciones de este tipo, la doctora recomienda primero identificar los síntomas y hacerse un test PCR de coronavirus, para descartar esa posibilidad, y permanecer en casa hasta que se haya superado la peor etapa de la infección, unos dos o tres días después de que se manifiesten los síntomas.
Al tratarse de un resfriado, prosigue la doctora Kaye, se puede controlar desde casa bebiendo muchos líquidos, con reposo, y tomando analgésicos para los dolores de cabeza u otras molestias. «Incluso algo tan simple como la miel en una bebida caliente puede ayudar a aliviar el dolor de garganta», apunta Kaye.
«Es el peor resfriado que he tenido en mi vida», «me siento como si me hubiese golpeado un autobús»… Mensajes como estos se pueden leer desde hace unas semanas en las redes sociales por parte de ciudadanos británicos, que han evidenciado los síntomas de un resfriado que comenzó en el sur del Reino Unido, pero que ya se ha extendido al resto del país.
La doctora Philippa Kaye, médico de cabecera en Londres, ha constatado en declaraciones a la BBC un incremento de casos de resfriados que nada tienen que ver con la Covid. «Hemos estado viendo un aumento en el número de toses, resfriados e infecciones virales», ha asegurado a ese medio.
Según Kaye, los números son tan altos como los que se registrarían en un invierno normal, y el motivo principal por el que esto ocurre está directamente relacionado con la relajación de las restricciones al coronavirus, lo que propicia el regreso de las infecciones más habituales.
«Se está juntando todo de una manera que no se ha visto en los últimos 18 meses», ha apuntado la experta. «Durante esos primeros cierres, vimos caer el número de otras infecciones (no Covid). Creemos que eso se debió principalmente a las restricciones en las reuniones», ha señalado.
Rebecca London, trabajadora de 24 años de Bournemouth, ha calificado sus síntomas como «el peor resfriado de la historia», que cogió en un festival. «Apenas dormía, me despertaba por la noche tosiendo, con la nariz moqueando constantemente y sintiéndome muy cansada», ha dicho en declaraciones a la emisora Radio 1 Newsbeat.
Ante situaciones de este tipo, la doctora recomienda primero identificar los síntomas y hacerse un test PCR de coronavirus, para descartar esa posibilidad, y permanecer en casa hasta que se haya superado la peor etapa de la infección, unos dos o tres días después de que se manifiesten los síntomas.
Al tratarse de un resfriado, prosigue la doctora Kaye, se puede controlar desde casa bebiendo muchos líquidos, con reposo, y tomando analgésicos para los dolores de cabeza u otras molestias. «Incluso algo tan simple como la miel en una bebida caliente puede ayudar a aliviar el dolor de garganta», apunta Kaye.