Jorge Rachid
Parece extraño en estos tiempos, un artículo encabezado por la palabra Liberación desaparecida del lenguaje cotidiano de los argentinos, lo que demuestra el grado de naturalización al que hemos arribado después de cinco décadas de cultura dominante neoliberal. Que una expresión, quizás la más clara del espíritu de libertad del Pueblo, haya sido borrada y reemplazada por otras que sugieren resignación, aceptación, sumisión de mandatos supuestos y conductas que no alteren el «curso normal» de una globalización, en cuyo nombre se aceptan las peores iniquidades sociales, políticas y económicas que llenan de dolor a los Pueblos del mundo.
Sin embargo en nuestro país, pero como expresión clara de una síntesis latinoamericana, surgió un Movimiento de Liberación Nacional forjado por el Pueblo, cuando encontró un liderazgo que los representara, llamado Peronismo, que no sólo se hizo cargo de la historia de nuestros Padres Fundadores San Martín, Artigas y Bolívar, sino que contuvo todos los pensamientos desarrollados en siglos por pensadores americanos, cuyo destino de Patria Grande jamás estivo en dudas y sólo la premisa liberadora era su norte. La construcción de los estados unidos sudamericanos fue frenada e impedida por el imperio anglosajón desde el siglo XlX, apelando a los mismos miserables personajes que hoy planifican la colonización del siglo XXl, llamados desde siempre cipayos.
Muchos de ellos gobernaron nuestro país, otros además de gobernarlo masacraron al Pueblo, el mismo que nos robó la historia, el mitrismo, los mismos que hoy fugan divisas y atentan contra la Identidad y al Memoria del Ser Nacional. Son los que al servico de los colonizadores nunca dudaron de sus objetivos, ni tuvieron piedad con sus compatriotas federales, denigrando a los criollos por su condición de «bárbaros» y pretendiendo imponer una «civilización» moderna, dependiente y claudicante. Lo consiguieron por décadas, hasta que el pueblo en su marcha lenta pero constante, de luchas y movilizaciones fue horadando el poder, recuperando soberanía nacional con un pueblo feliz y construyendo una Patria grande. Nunca lo perdonaron ni los de afuera ni sus empleados locales hasta el día de hoy, porque se les había acabado la «Suiza argentina», esa vaca lechera que proveía al mundo sin dejar nada adentro y no dudaron, como no dudan hoy, en un ataque sistemático y permanente a los gobiernos populares.
Lo están realizando en Perú apenas asumido Castillo, igual que en Bolivia con Arce, con golpes de mercados financieros, estrategias comunicacionales denigratorias, ataques mediáticos, linchamientos públicos, persecuciones como hicieron en nuestro país, desde el macrismo en cuatro años, con libreto externo, guion escrito, película dirigida por otros y actuada por esos personajes mediocres que gobernaron, que son un insulto a la inteligencia de todos los argentinos. Desde cambiar la imagen de los billetes de nuestros antepasados, buenos o no tanto a animales, borrando la historia hasta entregar el oro de las reservas a Inglaterra y sumarse a la destrucción/desaparición del UNASUR, todo es parte de una estrategia imperial con bases sólidas en los factores de poder locales en especial económicos y culturales.
Sólo mirando el devenir de la historia, con visión satelital geopolítica se puede interpretar el presente y delinear los campos de disputa en los cuales las Argentina y Latinoamérica se encuentran inmersos. Los acontecimientos que suceden mostrados en escala fotográfica, como instantáneas sucesivas pero desconectadas entre sí, cuando en realidad responden a un patrón de políticas desplegadas en un diseño estratégico, que nunca llega a conocerse a fondo por ser parte de operaciones políticas de servicios de inteligencia internacionales. Quienes los dan a conocer son perseguidos en el mundo como criminales como Assange y Swoden, en realidad periodistas investigadores que merecerían el premio Pullizzer. Así fue como conocimos el hoy, pero también el ayer, en los documentos desclasificados después de 30 años de EEUU, que reafirman su papel rector en las dictaduras y genocidios en nuestra región en batuta de Kissinger del premio Nobel de la Paz, quien dirigió las operaciones que aún hoy lloramos en nuestro país y países hermanos.
Al mostrar esta cara de la realidad política enseguida surgen los críticos a una visión supuestamente conspirativa de la historia. Son los que nunca leen a fondo la historia de la Humanidad llena de estos episodios de dominación y sometimiento de los pueblos, con diferentes métodos que aún hoy conservan aquellos países que se dicen centrales o desarrollados, peros siguen ocupando militar y económicamente colonias en sus posesiones ultramarinas, aunque intentan imponer conceptos supuestamente éticos en los países emergentes.
Son los mismos cantos de sirena que dicen que somos un país subdesarrollado, que intentan disminuir nuestras capacidades soberanas de decisión política, que pretenden alinearnos en el marco de las disputas internacionales, igual que en la 2° guerra mundial intercapitalista, en la cual tanto Irigoyen en la 1° gran guerra como el GOU con Perón en esa, nos declaramos neutrales. Hoy el mundo está en pleno desarrollo de una nueva ofensiva, Tercera guerra mundial la llama Francisco, en éste caso Este/Oeste, girando lentamente hacia Oriente los negocios, la tecnologías, los avances científicos, los dominios de los mares, la guerra de las monedas en la cual el dólar retrocede, las nuevas alianzas europeas y de los países del Pacífico/Índico, los controles de los Estrechos de Malaca, Ormuz y el control del Mar de la China, el rol de la Península de Crimea, ruta de la seda y del Ártico, entre otros temas que desplazan las preocupaciones a nuevos escenarios, en medio de una crisis civilizatoria mundial acompañada de una crisis moral de proporciones, agudizada en la guerra Pandémica.
Entonces no es conspirativa la visión sino que se corresponde con el análisis satelital de la situación internacional, compleja y multifacética que merece un análisis superior al simplemente descriptivo de los Imperios dominantes. EEUU posee 1100 base militares en el mundo, acordonando su «patio trasero» como su propia casa o sea latinoamérica, manejando los organismos de crédito multilaterales como FMI, BM, OCDE, BIRF y otros entes bajo la batuta amenazante de la OTAN cada vez más disminuida en sus alianzas.
La pregunta entonces es como se reconstruye la Argentina y Latinoamérica desde una concepción de Patria Matria Grande soberana, con las fuerzas necesarias para enfrentar los desafíos que plantea la realidad mundial, cuando en nuestra concepción de construcción de un Modelo Social Solidario y Biocéntrico, filosóficamente de Comunidad Organizada, es atacado desde todos los flancos de un enemigo que sí tiene una estrategia de colonización, mientras nosotros carecemos de una Planificación Estratégica de Liberación Nacional y Social?
La respuesta es directa, sólo desde un Consejo de posguerra Pandémico con ejes estratégicos que permitan desarrollar la Argentina Bicontinental americana/antártica, en un Plan de Trienal que sea consecutivo en cada gobierno, reconstruyendo el UNASUR y la CELAC, como masa crítica para semejante batalla geopolítica, en donde deben ser convocados todos los sectores patrióticos dispuestos a librar una lucha descolonizadora, por una nueva independencia nacional que nos permita librarnos de los lazos dominantes de un neoliberalismo asfixiante, brutal e inhumano que ha mercantilizado la vida de los pueblos y ha llevado dolor inmenso a sus vidas.
El Pensamiento filosófico que enhebra los pueblos en nuestra región, tiene su expresión política en el peronismo que ha permitido una construcción ideológica basada en los seres humanos y la naturaleza, que hoy se proclama como necesidad el mundo ante el calentamiento global y la acumulación de las riquezas, expresado por Francisco en cada una de sus intervenciones, en una llamada al compromiso moral y ético, en un mundo arrasado por el posibilismo de lo inmediato, antes que por las construcciones colectivas y solidarias de los pueblos. Por esa razón la lucha no es sólo económica sino cultural, social, antropológica y sociológica en una nueva etapa, en donde el paradigma vuelva a privilegiar la vida, el cuidado y el amor entre todos aquellos pueblos que luchamos por la Liberación.