El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, decretó el estado de excepción en todo el país, como una medida para enfrentar el incremento de la delincuencia en varias ciudades del país andino.
El argumento para esta medida fue el aumento de la inseguridad en diversas ciudades, según informó durante una comparecencia en cadena nacional en la cual llamó a todos los sectores de la sociedad, más allá de las diferencias puntuales, a trabajar en unidad contra la delincuencia y el narcotráfico.
«De inmediato nuestras Fuerzas Armadas y Policiales se sentirán con fuerza en las calles porque estamos decretando el estado de excepción en todo el territorio nacional, con especial énfasis en aquellas provincias donde los indicadores de violencia lo justifican», dijo Lasso en un mensaje difundido por la Secretaría de Comunicación a través de varios medios.
“En los últimos años, Ecuador pasó de ser un país de tráfico de droga a uno que también consume drogas”, aseguró el jefe de estado y agregó que ese problema se ve además en la cantidad de delitos relacionados de manera directa e indirecta con la venta de estupefacientes.
El presidente añadió que durante el estado de excepción se realizarán controles de armas, inspecciones, patrullajes las 24 horas del día y requisas de droga, entre otras acciones.
Asimismo, los uniformados contarán con el apoyo necesario, por lo que el ejecutivo decidió crear la Unidad de Defensa de la Fuerza Pública, con la finalidad de tener una instancia a cargo de la protección y defensa de los efectivos demandados por cumplir su deber.
Sobre ese mismo tema, el dignatario señaló que el gobierno indultará a los agentes del orden injustamente condenados.
En ese contexto, adelantó que en los próximos días presentarán un nuevo proyecto legal de respaldo exclusivo a esas instituciones, denominado Ley de defensa del deber de la fuerza pública.
Lasso afirmó que Ecuador dejó de ser un país de tránsito de drogas para ser también un país de consumo, lo que se refleja en la cantidad de crímenes, que tienen relación directa o indirecta, con ese delito, así como con actos de sicariato y diversas formas de violencia.
«Más del 70% de las muertes violentas que hoy ocurren en Guayas están relacionadas con el tráfico de drogas», aseguró el mandatario.
La violencia que viven varias ciudades ecuatorianas también se siente en las cárceles ecuatorianas, entre las que enfrentamientos de diversas bandas delincuenciales dejan en lo que va del año más de 230 muertes y decenas de heridos.
Esta militarización de la nación meridional se suscita en medio de crecientes protestas contra su Gobierno donde se realizan demandas de carácter social y se denuncia la corrupción que empaña al Mandatario tras conocerse su participación en los “Pandora Papers”.