Eldestape
El gobierno de Mauricio Macri envió armas a Bolivia para darle apoyo al golpe de Estado que se montó contra Evo Morales. Según pudo reconstruir El Destape, el armamento salió desde el aeropuerto de El Palomar en un vuelo que partió en la noche del 12 de noviembre de 2019, en un avión Hércules C-130 donde viajó un grupo de elite de Gendarmería para proteger la embajada. El material bélico se dejó en el hangar de la Fuerza Aérea boliviana. Se investigan otros vuelos.
Una nota dirigida al embajador argentino Normando Álvarez García, firmada el 13 de noviembre de 2019, el mismo día del vuelo que arriba a Bolivia, expone que el gobierno de Cambiemos envió material bélico para apoyar el golpe contra Evo Morales. La nota la reveló el gobierno del país vecino, este jueves, en una conferencia de prensa. Se trata de un escrito firmado por el Comandante General de la Fuerza Aérea Boliviana, Jorge Terceros Lara, en la que se agradece “la colaboración prestada a esta institución armada, en el marco del apoyo internacional entre nuestros países, debido a la situación conflictiva que vive Bolivia”. Terceros Lara detalla que recibió el siguiente material bélico:
- 40.000 cartuchos AT12/70
- 18 gases lacrimógenos en Spray MK-9
- 0.5 gases lacrimógenos en Spray MK-4
- 50 granadas de Gas CN
- 19 granadas de Gas CS
- 52 granadas de Gas HC
Esa nota ingresa dos días más tarde a la embajada argentina.
De acuerdo a la reconstrucción que realizó El Destape con fuentes en Bolivia y la Argentina, el material se dejó en el hangar de la Fuerza Aérea en el aeropuerto boliviano. Esto coincide con la información que brindó el ministro de Defensa Agustín Rossi respecto al detalle de las tareas realizadas por el Hércules C-130: “Sale con personal de Gendarmería desde Palomar, llega a La Paz, desciende el personal y su cargamento !!!. Regresa con familiares de personal de la embajada inmediatamente”, escribió Rossi en Twitter. Y adjuntó el documento de la Fuerza Aérea que confirma cómo fue el operativo.
La aeronave parte a las 23.40 del 12 de noviembre de 2019 y llega a La Paz a las 4.40 del día siguiente. Estaciona en “la plataforma militar C-130 de la Fuerza Aérea de Bolivia”. Allí, tal como revela el documento, bajan los efectivos de Gendarmería y se deja la carga. A su vez, se embarca a familiares de los diplomáticos argentinos. A las 8 de la mañana ya estaba nuevamente en la Argentina.
En el Hércules C-130 viajó una decena de gendarmes del grupo Alacrán –grupo de elite- quienes se dirigieron directamente a la sede diplomática argentina. Tenían la misión de protegerla.
Rossi indicó que si el armamento que se agradece en la carta de Terceros Lara viajó en el Hércules “claramente hay una situación de ilegalidad. Seguramente, el material bélico debe haber sido presentado como pertrechos del grupo de gendarmes que viajaba. Pero no terminó en la embajada argentina”.
Y todo indica que eso fue lo que pasó. De acuerdo a la reconstrucción que hizo este medio, mientras unas cajas con municiones se llevaron a la sede diplomática, donde se resguardaron el tiempo que estuvieron los gendarmes y no se cedieron al golpe de Estado, otras se dejaron en el aeropuerto el mismo día del arribo del Hércules y de la carta de Terceros Lara.
El envío de las municiones coincide con las masacres de Sacaba (Cochabamba) y Senkata (ciudad de El Alto, La Paz) que ocurrieron el 15 y 19 de noviembre de 2019, respectivamente, y dejaron un saldo de tres decenas de fallecidos y más de un centenar de heridos.
“Hay una responsabilidad directa de aquellos que fueron partícipes de un golpe de Estado que causó muchas muertes”, afirmó el embajador argentino en Bolivia Ariel Basteiro a El Destape. Y explicó que hubo tres vuelos relacionados a la tropa de elite de la Gendarmería.
El primero es el del 12 de noviembre de 2019, en el que se llega el escuadrón de elite de Gendarmería. Luego hubo un segundo viaje, del que no hay precisiones aún, en el que se recambia a los integrantes del grupo Alacrán que estaba en la embajada. El tercero tuvo por fin retirar a ese segundo escuadrón.
En Bolivia estiman que pudo haber otra entrega de armas por parte del gobierno de Macri.
Ante este cuadro de situación tanto el Ministerio de Defensa como el de Seguridad argentinos están haciendo una investigación interna para ubicar a las responsables de la operación, que compromete entre otros a la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, quien estaba al frente de la cartera de Seguridad durante el macrismo. Es decir, era la responsable de la Gendarmería.
Por ejemplo, la actual ministra de Seguridad, Sabina Frederic, informó este jueves: “Por indicación del presidente ordené a los jefes de las Fuerzas Federales que informen, en las próximas 72 hs, las responsabilidades en el envío de material policial antitumulto u otro al Estado Plurinacional de Bolivia para colaborar con el golpe de Estado de noviembre de 2019”.
Apoyo al golpe: cronología
Las crónicas del 11 de noviembre de 2019, reflejan que el canciller de Macri, Jorge Faurie, aseguró que en Bolivia no hubo un Golpe de Estado contra Evo Morales y que el país vecino atravesaba sólo una «crisis institucional». No fue una declaración ingenua.
Al día siguiente, Infobae publicó que la embajada argentina en Bolivia le denegó “el pedido de asilo político a cuatro ex funcionarios del saliente presidente Evo Morales al alegar que ‘no ameritaba gravedad o una situación de riesgo’ y que la sede diplomática carecía de espacio físico para albergar más gente teniendo en cuenta que la Argentina asiló en los últimos días a otros dos ex funcionarios del gobierno boliviano disuelto tras la renuncia de Morales”.
El 13 de noviembre, llegó el armamento que Terceros Lara le agradeció por carta al entonces embajador argentino Álvarez García, el mismo que rechazó recibir a los funcionarios bolivianos cuyas vidas estaban en peligro y que hoy es ministro de Trabajo de Jujuy.
Estos episodios coinciden con visitas de militares bolivianos a la embajada argentina a fines de noviembre, cuando Juan Grabois viajó al país vecino junto a una comitiva de dirigentes sociales y de derechos humanos para recibir denuncias de la represión.
En este contexto, poco sorprende que el 5 de diciembre de 2019, es decir tres semanas después del primer envío de armamento, Macri apoyara el golpe de Estado en Bolivia al llamar «presidenta electa» a la autoproclamada mandataria Jeanine Áñez. El respaldo, ahora se sabe, no era solo retórico.