La jefa de la célula técnica anti-COVID de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Van Kerkhove, manifestó que “todos los países deben tener en cuenta que las vacunas son una herramienta muy poderosa, pero que también se necesita aplicar otras medidas que pueden prevenir infecciones”.
En ese sentido, Van Kerkhove puso el ejemplo de Chile, país en el que buena parte de su población ha recibido la vacuna, pero todavía reporta altas cifras de contagios y decesos.
La OMS añadió que levantar las medidas de salud pública contra la COVID-19 demasiado rápido “puede ser desastroso”, incluso en los países con altas tasas de inmunización.
El director general de la Organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, manifestó que la pandemia tiene “dos velocidades”: mientras algunas naciones están en alerta por la ausencia de vacunas, los países con tasas más altas de inmunización están comenzando a hablar de “acabar con las restricciones”.
Tedros subrayó que las restricciones deben “levantarse con cuidado y ajustarse según la circulación del virus y la capacidad de respuesta”. “Con la mayor transmisión de variantes de preocupación por todo el mundo, incluyendo la Delta, levantar las restricciones demasiado rápido podría ser desastroso para aquellos que no están vacunados”, agregó el titular de la OMS.
Por su parte, la directora científica de la OMS, Soumya Swaminathan, concluyó que “hay una tendencia natural a pensar que una vez que se está vacunado se está protegido y (se puede) bajar la guardia y dejar de usar mascarilla o guardar distancia. Quizás esto es una llamada de atención a la población donde la vacunación aumenta, pero no ha llegado al punto en el que podemos bajar la guardia”.