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El presidente de Argentina, Alberto Fernández, arribó este lunes a Madrid, España, para continuar con su gira europea. Este martes, el mandatario mantuvo una reunión con el rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela, y más tarde visitó al presidente Pedro Sánchez para un almuerzo en el Palacio de la Moncloa.
Fernández llegó a España proveniente de Portugal, donde recibió el apoyo del premier Antonio Costa para que Argentina pueda alcanzar un acuerdo fructífero con el Fondo Monetario Internacional (FMI), por la renegociación de la deuda con ese organismo: «Intentaremos sensibilizar al FMI para que se suspendan los sobrecargos», dijo Costa tras el cónclave celebrado en Lisboa.
El tema de la deuda es uno de los puntos centrales de la agenda presidencial. El dirigente peronista busca el respaldo de los líderes internacionales para conseguir una quita de intereses y la postergación de los plazos de pago, dada la demanda presupuestaria que implica para el Gobierno sostener la economía, en un país con más del 40 % de pobreza y en medio de la segunda ola de coronavirus.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, sostuvo tras la reunión bilateral que «el mecanismo de sobretasas del Fondo Monetario Internacional está dañando y mucho las posibilidades económicas y financieras de la Argentina».
«Durante estos meses largos estamos trabajando, la Argentina y España, por revisar este mecanismo. Esto lo apoyamos, querido presidente (Alberto) Fernández», dijo Sánchez en una declaración conjunta en el Palacio de la Moncloa.
El objetivo no se prevé imposible teniendo en cuenta el contexto mundial. Incluso, senadores demócratas de EE.UU. impulsan un proyecto para que la Secretaría del Tesoro reclame también al FMI que «relaje los objetivos fiscales de todos los programas» pactados o por acordar con «los países que están buscando financiación» en ese organismo multilateral, mientras la pandemia continúe.
Tras la reunión, Sánchez destacó la «extraordinaria salud y vigor en la relación» entre ambas naciones, y agradeció la presencia en ese país de su «querido amigo» Alberto Fernández. Además, adelantó que visitará Argentina el 8 y 9 junio próximo, junto a un grupo de empresarios.
Un empantanado acuerdo comercial
Otro de los temas que atravesarán la agenda del mandatario sudamericano es el acuerdo comercial birregional entre la Unión Europea (UE) y el Mercado Común del Sur (Mercosur), firmado a mediados de 2019, pero que aún no se concreta por desacuerdos a ambos lados del Océano Atlántico.
«Tenemos dificultades en América Latina y en Europa, por la naturaleza del acuerdo económico logrado hasta ahora», reconoció Fernández durante la conferencia de prensa conjunta que ofreció junto a Antonio Costa desde Lisboa. Y agregó que se debe aprovechar este tiempo para resolver algunos cuestionamientos vinculados al cambio climático y al cuidado de los bosques nativos, principalmente la Amazonía.
Estos y otros puntos, como el respeto de las normas agroalimentarias y fitosanitarias europeas, ya han sido planteados por Francia, Bélgica, Países Bajos y Austria, hasta ahora detractores del convenio. Mientras que en Sudamérica, Alberto Fernández propone una línea de fortalecimiento del Mercosur y protección de los intereses comerciales del bloque, aunque no logra ponerse en sintonía con sus demás miembros, ya que Brasil, Uruguay y Paraguay plantean una apertura menos regulada mediante la actualización de las tasas de aranceles externos.
La gira del jefe de Estado por el continente europeo incluye además visitas a París (Francia), Ciudad del Vaticano, donde será recibido por el papa Francisco, y Roma (Italia), siempre acompañado por una comitiva oficial conformada por la primera dama, Fabiola Yáñez; el canciller Felipe Solá; el ministro de Economía, Martín Guzmán; entre otros funcionarios.
Otro escollo para Argentina, la deuda con el Club de París
El miércoles, el presidente Fernández visitará Francia, para almorzar con su homólogo francés Emmanuel Macron. En este encuentro, además de buscar apoyo por la ya mencionada deuda con el FMI, será prioridad para el Gobierno argentino fijar posición sobre sus compromisos con el Club de París.
Y es que Argentina quiere posponer un vencimiento por 2.400 millones de dólares que vence en mayo, y tiene tiempo hasta fines de junio para evitar caer en ‘default’, algo que podría dificultar mucho más su ya lastimada situación financiera.
En medio de las urgencias económicas, la Casa Rosada busca destinar parte de su acotado presupuesto a paliar los efectos socioeconómicos de la pandemia. Por eso, en el Senado ya se debate un proyecto del oficialismo para asegurarse de que la finalidad de una fuerte inyección de dinero que el país podría recibir en los próximos meses, sea para ayuda social.
El FMI emitirá este año el equivalente a 650.000 millones en Derechos Especiales de Giro (DEG), la moneda que emite ese organismo para destinar a sus países miembro en el marco de la pandemia de covid-19.
Argentina tiene una participación equivalente a algo menos del 0,7 % del capital del organismo, y en consecuencia recibirá unos 4.350 millones de dólares.