En un momento en que Brasil vive los peores días de la pandemia, su presidente, Jair Bolsonaro, llamó este jueves “idiotas” a quienes piden al Gobierno que compre vacunas.
“Hay idiotas que vemos en las redes sociales, en la prensa [diciendo] ‘ve a comprar vacunas’. Solo si es en la casa de tu madre”, comentó a sus seguidores en Uberlândia, municipio situado en el estado de Minas Gerais.
Actos seguido, el mandatario añadió: “No hay [vacunas] para vender en el mundo”. En el mismo encuentro, Bolsonaro comunicó que este mes serán distribuidas 22 millones de dosis a la población.
Sus declaraciones se producen después de que el miércoles, el Ministerio de Salud firmase un contrato para la compra de 100 millones de dosis de los laboratorios Pfizer y 38 millones de dosis de Janssen.
Bolsonaro llegó a vetar en octubre la adquisición de la vacuna CoronaVac, producida por el producida por el Instituto Butantan en colaboración con la farmacéutica china Sinovac, y que en la actualidad es utilizada en el programa nacional de inmunización junto a la del grupo anglo-sueco AstraZeneca.
Pese a ser mundialmente reconocido por su capacidad para producir vacunas e inmunizar a millones de personas en un tiempo reducido, Brasil arrancó tardíamente, hace más de un mes, su campaña de vacunación como consecuencia de la tardanza en negociar con las grandes farmacéuticas.
“No se quede en casa”
Tras visitar Uberlândia, el presidente viajó después a São Simão, en el estado de Goiás, donde el miércoles se registró un récord de fallecidos por coronavirus, 169 en un día. Desde allí volvió a criticar las medidas de cuarentena adoptadas por los gobernadores en un intento de frenar la escalada de contagios y fallecidos.
“No se quede en casa, no se acobarde. Tenemos que afrontar nuestros problemas (…) ¿Hasta cuándo vamos a llorar?“, espetó en un discurso en el que destacó la importancia de respetar a los ancianos. “Obviamente respeto a los ancianos, a los que tienen enfermedades, pero ¿dónde se quedará Brasil si paramos?”, preguntó.
Bolsonaro agregó que “la actividad esencial es toda aquella que es necesaria para que el cabeza de familia puede llevar el pan a casa”.
Brasil alcanzó el miércoles 1.910 muertes por coronavirus, la cifra diaria de decesos más alta desde el inicio de la pandemia. Con ese reporte, el número total de contagiados subió a 10.718.630 y a 257.361 el de fallecidos.