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La Duma rusa (Cámara Baja del Parlamento ruso) aprobó una ley que habilita al presidente del país a presentarse a la reelección en dos ocasiones más.

Los diputados Pável Krashenínikov y Olga Sevastiánova y el senador Andréi Klishas son los autores de la ley, que permite al mandatario ruso, Vladimir Putin, que gobierna desde el 2000, a postular por la reelección en dos ocasiones más, en 2024 y 2030.

Esta normativa se inscribe en el marco de las enmiendas de la Constitución de Rusia aprobadas en referéndum en julio pasado a propuesta del mandatario ruso. El cambio en la Carta Magna limita a dos el máximo de mandatos presidenciales de seis años que un mismo ciudadano puede ocupar, pero no se aplica “a la persona que ejerza o haya ejercido el cargo de presidente de Rusia en el momento de la entrada en vigor” de las enmiendas.

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​​​​​​Conforme a las modificaciones constitucionales, en el futuro solo podrán ser candidatos a la Presidencia rusa aquellos ciudadanos mayores de 35 años que hayan vivido de manera permanente en este país no menos de 25 años. Además, los aspirantes al Kremlin no podrán poseer doble nacionalidad o haber tenido pasaporte de otro país en el pasado.

Un sondeo indica que la mayoría de los rusos aprueba la reforma constitucional que permitiría al presidente Vladimir Putin permanecer en el poder hasta 2036.

Asimismo, las modificaciones contemplan refrendar la indexación regular de las pensiones y garantizar que el salario mínimo no esté por debajo del mínimo de subsistencia. También se refieren a la capacidad de los senadores para destituir a los jueces del Tribunal Supremo y del Constitucional, y a las atribuciones de este último para determinar si las leyes aprobadas se ciñen a lo establecido en la Constitución.

Putin, de 67 años, tomó posesión, por cuarta vez, de la Presidencia en mayo de 2018 y estará al frente del país hasta 2024. En lo relacionado con la política exterior, su popularidad siempre ha estado por las nubes y ha alcanzado los picos más altos durante los conflictos bélicos, como la guerra con Georgia de 2008, cuando marcó un histórico 88 %, o tras la anexión rusa de Crimea en 2014, con un 86 %