Marcos Piña

El llamado a la racionalidad y cordura de las políticas de investigación y desarrollo, producción, comercialización, distribución y aplicación de vacunas contra el sars-cov2 nos puede salvar de una catástrofe civilizatoria con forma de Pandemia.

Buena parte de los países del mundo, la OMS, el Papa Francisco, ONGs, especialistas, investigadores y médicos denunciaron los comportamientos egoístas, codiciosos y perversos de los propietarios y gerentes de las compañias farmacéuticas estadounidenses y británicas, quienes han vendido el 70% de las vacunas a un puñado de países ricos.

Así, se ha desatado un estado de inestabilidad y zozobra a escala planetaria que puede provocar, a corto plazo, guerras reales iniciadas aparentemente por causas diferentes a la pandemia contra China y Rusia (también contra otros países), quienes son una amenaza real para el dominio del tandem gobierno USA-farmacéuticas USA. Las empresas estatales chinas y rusas han desarrollado vacunas suficientes para bloquear el predominio estadounidense que condiciona a los países pobres con el chantaje de productos farmacéuticos bajo forma de vacunas.

Los modelos de simulación desarrollados en los laboratorios de inteligencia militar consideran como de alta probabilidad la ocurrencia de un conflicto armado entre las potencias mencionadas. El caos económico desatado por las medidas adoptadas en pandemia ponen en jaque el sistema capitalista financiero actual y el poder global debe corregir esos desequilibrios.

Al mismo tiempo debe distraer la atención mundial de la población produciendo un estado de shock sanitario-económico que justifique el accionar de la principal potencia militar.

En este contexto, emerge como fundamental el sistema de patentes impulsado por las farmacéuticas donde china y rusia juegan también a competir en el terreno de la propiedad intelectual.

La pandemia viene a develar el caracter monopólico y restrictivo de las patentes y destruye el mito de ser un incentivo a las invenciones salvo que sea una protección para pocos como parece demostrarse para las vacunas: pocos paises producen y pocos países se vacunan.

La tranferencia de tecnología de forma gratuita y poner a producir de forma masiva las vacunas es la única salida a la pandemia. La OMS lo sabe y quiere salvar su pellejo de la inminente catástrofe que se avecina de no liberarse las patentes y la tecnología de las vacunas contra el covid.

Liberen las patentes!!