Agencias

Las autoridades informaron que ya lograron identificar a las a cinco personas que murieron el pasado miércoles durante el asalto al Capitolio de Estados Unidos.

Se trata de un hombre de 34 años de Georgia, otro de 50 años de Pensilvania, otro de 55 años de Alabama, Ashli Babbitt, la mujer de 35 años de California que era veterana de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, y el policía Brian D. Sicknick.

La confirmación de la muerte de Sicknick se da después de varias horas de confusión y rumores sobre su posible fallecimiento. El agente resultó herido durante el asalto Capitolio.

«Aproximadamente a las 9:30 de esta noche (02:30 GMT del viernes), el agente de la Policía del Capitolio Brian D. Sicknick falleció debido a heridas que sufrió cuando estaba trabajando» en el asalto al Congreso, indicó un portavoz de ese cuerpo policial en un comunicado.

Sicknick resultó herido «mientras se enfrentaba físicamente a los manifestantes» que invadieron el Congreso, y sufrió un «colapso» cuando volvió a su oficina, por lo que le trasladaron al hospital, explica la nota.

El agente llevaba trabajando para la Policía del Capitolio desde 2008, según la agencia policial, que aseguró que está investigando lo ocurrido.

Por su parte, Babbitt murió de un disparo en el pecho de un policía dentro del Capitolio y las otras tres personas fallecieron después de «emergencias médicas», explicó Robert Contee, jefe del Departamento de Policía Metropolitana de Washington DC.

Los nombres de los tres hombres muertos por emergencias médicas aún no han trascendido.

Además, la policía de DC dijo que 68 personas fueron arrestadas, mientras que la policía del Capitolio dijo que 14 fueron arrestadas, la mayoría por entrada ilegal al edificio. Más de 50 policías del Capitolio y de DC resultaron heridos, incluyendo varios que fueron hospitalizados.

Contee y la alcaldesa Muriel E. Bowser dijeron que la fuerza policial de la ciudad salvó el día en que la Policía del Capitolio se vio abrumada. «Sus actos heroicos de ayer demuestran lo que es el verdadero patriotismo», dijo Bowser de la policía de DC. «Lo que hicimos fue restaurar la democracia para todo Estados Unidos», añadió Contee, que asumió en la jefatura de esta fuerza de seguridad hace sólo cinco días.

Contee advirtió que la Policía de DC arrestaría «a todos y cada uno de la turba violenta», y dijo que se estaba haciendo circular públicamente y en las oficinas del FBI de todo el país las fotografías de distintas personas destruyendo propiedades dentro del Capitolio. Dijo que aquellos que presenten pistas que conduzcan al arresto de cualquiera de estos implicados podrían recibir una recompensa de 1.000 dólares.

Bowser también señaló a los residentes locales que podían «seguir llevando sus vidas» hasta nuevo aviso, estimando que no habrá nuevos toques de queda por estos incidentes.

Por otro lado, los legisladores de ambos partidos se comprometieron a investigar las acciones de las fuerzas del orden y cuestionaron si la falta de preparación permitió que una turba ocupara y vandalizara el edificio del Capitolio.

La legisladora demócrata Zoe Lofgren dijo que el asalto de los partidarios de Trump «plantea graves problemas de seguridad» y que trabajará con los líderes de la Cámara de Representantes y el Senado para revisar la capacitación de la policía. El representante demócrata Val Demings, ex jefe de policía, dijo que era «dolorosamente obvio» que la policía del Capitolio «no estaba preparada» para lo que ocurrió el miércoles.