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Este jueves 17 el Consejo General de la Organización Mundial del Comercio (OMC) analizará el pedido de India y Sudáfrica para suspender la propiedad intelectual de las vacunas y otros insumos contra el COVID-19 mientras haya pandemia. EEUU se opone, mientras África, la mayoría de Asia y América Latina apoyan.00:00 / 20:48
Un relevamiento de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) evidencia que la propuesta cuenta con el respaldo de todos los países africanos y la mayoría de latinoamericanos, incluyendo a Centroamérica, el Caribe, México, Argentina, Bolivia y Venezuela. Por el contrario, Brasil y Colombia no apoyan. Hasta el momento se desconocen las posiciones de Uruguay y Paraguay.
También la respaldan la mayoría de los Estados asiáticos, restando el pronunciamiento de potencias como Rusia y China. Sin embargo, el gigante asiático viene abogando por la necesidad de declarar a las vacunas anti-COVID como de «bien público global», por lo que se estima que apoyaría.
Sí hay certeza de que Europa, EEUU, Canadá, Australia y Japón, el denominado «mundo occidental», rechazará de plano la suspensión de las patentes, tal como lo consigna el relevamiento de MSF.
«Algunos pocos países están con la mayor cantidad de vacunas para recibir inmediatamente. También son unas pocas empresas las que controlan las decisiones: quién va a recibir, quién va a pagar y a qué precios. Estamos muy preocupados con lo que pasa en este momento», dijo a Sputnik Felipe Carvalho, integrante de la Campaña de Acceso a los Medicamentos Esenciales de MSF.
Inequidad global
La negativa a suspender las patentes de propiedad intelectual mientras el nuevo coronavirus sea un problema sanitario global tiene varios factores. Uno de ellos es la presión que ejercen las grandes farmaceúticas.
En este contexto, los países calificados como desarrollados representan apenas 14% de la población mundial, pero poseen más de la mitad de las vacunas más prometedoras.
Sumando todas las vacunas ya disponibles y las que están en fase de ser aprobadas, Canadá encabeza la lista de acaparamiento: podría vacunar a cada habitante hasta 6 veces. Le sigue EEUU con 4,43 vacunas por persona, Reino Unido con 4,18 y Europa en promedio con 2,44.
De acuerdo con un informe elaborado por organizaciones que promueven un voto favorable en la OMC, entre ellas Amnistía Internacional y Oxfam, si nada cambia este jueves 17, nueve de cada 10 personas de al menos 70 países pobres no podrán vacunarse durante 2021.
«Es un gran absurdo porque obviamente estos son los países que garantizaron para sí las grandes cantidades de vacunas que van a recibir primero. Y tienen preferencia en la compra de tratamientos también que se están desarrollando. Están limitando la oferta y al mismo tiempo bloqueando las opciones políticas que hay para los países en desarrollo», remarcó Carvalho.
«En Canadá el dato es que tienen como 600% de la necesidad, o sea que se puede vacunar a la población como unas seis veces», ejemplificó.
Tiene lógica (y sentido común)
El integrante de MSF indicó que el planteo liderado por Sudáfrica e India pide contemplar las «condiciones excepcionales de esa pandemia», de manera tal que mientras dure una eventual «suspensión de las patentes» se pueda ampliar «la producción de vacunas y de otros bienes de salud».
«Hay una insuficiencia de producción y pasa en gran parte porque hay barreras de todo tipo. Si no se da esta suspensión es más difícil que los países consigan ampliar esta producción, bajar los precios y hacer una distribución realmente justa y salvar vidas en varios países», advirtió Carvalho.
«El tema de la suspensión es muy democrático. Si se aprueba en la OMC, cada país después decide si aplica o no nacionalmente, entonces no hay por qué hacer oposición. Justamente la oposición a esta propuesta es para impedir que otros países puedan explorar esa alternativa», opinó.
Para MSF se trata de un «un problema de salud pública global». Por lo tanto, la solución tendría también que «ser global». Hay que «tener cooperación y coordinación solidaria, entonces la lógica de los países que piensan que tener preferencia y ventaja los hará estar libre del problema, no es verdad».
Carvalho remarcó que suspender estas patentes abriría la llave para «tener la cantidad suficiente de productos para toda la gente (…) pero es una disputa de decisiones que no están basada en la salud pública».
Escenarios posibles
Al ser consultado sobre lo que puede pasar este jueves en la OMC, el entrevistado afirmó que «históricamente hemos visto que el interés económico tiene una fuerza muy grande».
Sin embargo, consideró que estando en juego no solo la salud sino también aspectos económicos globales «los países se preocupan»; y llegado el caso, la moción de India y Sudáfrica podría prosperar. Carvalho remarcó la responsabilidad de los gobiernos en medir las prioridades más allá de los intereses corporativos, para evitar que siga pasando lo mismo que con otras enfermedades.
«Tenemos medicamentos nuevos desde hace siete años para la hepatitis C, pero todavía el 80% de las personas que necesitan no los reciben. Podemos mirar que con el COVID, si no hacemos nada ahora va a pasar lo mismo que pasó con la hepatitis C, o con la tuberculosis, donde hay opciones pero no llega a quien más necesita», sostuvo.
Finalmente, Carvalho proyectó que «si no hacemos esta medida podemos tener 10, 20 años años para delante con la gente muriendo de COVID porque no tiene acceso a tratamientos y vacunas».