Agencias

El ministro de Salud de la ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, alertó este viernes del «riesgo epidemiológico» por las aglomeraciones vividas ayer en el velatorio y funeral de Diego Maradona, aunque lo calificó de «entendible» debido a la magnitud del «Pelusa».

«Lo que vimos ayer decididamente no fue bueno, por supuesto que le agrega un riesgo epidemiológico a la situación metropolitana, es cierto también que tiene cierta mitigación porque ha ocurrido todo en el espacio abierto, pero decididamente es la imagen que tenemos trabajar para evitar», señaló durante el reporte matinal de hoy, en el que detalló que las posibles consecuencias se sabrán en las próximas dos semanas,

La capital vive desde hace meses un descenso en el ritmo de contagios de coronavirus, y aunque se mantiene como la segunda jurisdicción con más positivos, los principales focos se han trasladado a otras localidades, aunque ahora las autoridades se muestran preocupadas por lo visto ayer, cuando decenas de miles de personas se agolparon en torno a la Casa Rosada para despedir a Maradona,

Si bien la mayoría de los asistentes portaba mascarilla, fue imposible mantener el distanciamiento social, sobre todo al final de la jornada, cuando se registraron incidentes en la multitud, aunque Quirós ve lo sucedido como «entendible» por la carga emocional que implica el fallecimiento de uno de los mayores héroes argentinos.

«Fue un día muy especial, un día muy caro en términos emocionales y sentimentales para todos nosotros, para lo que es el ser argentinos y lo que significa Maradona en términos emocionales y en términos racionales. (…) Es entendible la situación en un año tan doloroso, es entendible lo que pudimos ver, pero decididamente es lo que tenemos que evitar», agregó.

El ministro indicó que «este tipo de manifestaciones tienen que hacerse con mayor distanciamiento, con el uso de tapabocas, con algunas conductas y el cumplimiento de algunas pautas», y aseguró que las posibles consecuencias «se evalúan en los 7 a 14 días que siguen», en los que las autoridades de la ciudad van a «reforzar toda la estrategia de rastreo y testeo».