Prensa Latina

La probabilidad de dejar de recibir remesas de sus familiares en Estados Unidos preocupa hoy a muchos cubanos, ante la medida anunciada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro norteamericano.

La víspera esa entidad divulgó el borrador de una regla final que publicará oficialmente en el Registro Federal el 27 de octubre, mediante la cual elimina el alcance de ciertas autorizaciones generales relacionadas con las remesas a la isla.

Concretamente la modificación abarcará cualquier transacción vinculada con las entidades incluidas en la Cuba Restricted List, elaborada por el Departamento de Estado, entre las cuales se incluyen las empresas cubanas Fincimex y American International Services (AIS).

Fincimex fue añadida en junio de este año a dicho listado, y es la contraparte en la nación caribeña de la compañía de transferencias de dinero Western Union; en tanto AIS, incorporada posteriormente en el mes de septiembre, está igualmente relacionada las transferencias monetarias desde el exterior.

Para Aleida Díaz, residente del municipio Cerro, que esto se pusiera en práctica sería un duro golpe a su calidad de vida, pues aunque a sus 70 años es beneficiada por la asistencia social, necesita de esa ayuda para comprar productos básicos como alimentos y aseo.

‘La familia es quien sufre estas medidas’, sostiene Livia Rodríguez, vendedora de un mercado agropecuario en el mismo municipio, y quien frecuentemente recibe remesas de su hermano, actualmente ciudadano estadounidense.

Ella considera que a Trump poco le importan los cubanos, porque de lo contrario no ‘apretaría tanto el bloqueo’: ‘Ya quitó los vuelos al país, solo dejó los de La Habana, si ahora quita las remesas la situación se va a poner muy difícil para que nuestras familias nos puedan ayudar’, agregó.

La nueva normativa resulta una escalada en las medidas de la actual administración de la Casa Blanca para obstaculizar la llegada de dinero a Cuba, lo cual tiene un fin electoral, de acuerdo con el canciller cubano, Bruno Rodríguez.

En su cuenta de Twitter señaló que esta acción evidencia el afán de Estados Unidos por dañar al pueblo, y consideró que ‘no existen límites para un gobierno criminal en la imposición de políticas que limiten los contactos, la comunicación y la ayuda mutua entre las familias de ambos países’.

Por su parte, la subdirectora de Estados Unidos de la Cancillería cubana, Johana Tablada, sostuvo que se trata de una medida discriminatoria, que convierte a los emigrados cubanos en los únicos que en el mundo no pueden ayudar a sus familiares.

Significó que los cubanos ya están afectados por el mayor sistema de medidas coercitivas ilegales y unilaterales: el bloqueo, que desde abril de 2019 hasta marzo de 2020 causó pérdidas al país en alrededor de cinco mil 570 millones de dólares.