Xinhua

Ecuador ha logrado reducir la velocidad de transmisión de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) en casi todo el país, lo que ha permitido tener menos casos de contagio y muertes en seis meses de pandemia, informó hoy el viceministro de Salud, Xavier Solórzano.

En declaraciones a la prensa local, el funcionario explicó que eso se debe a que el número reproductivo efectivo (RT), que mide la velocidad con que una enfermedad puede propagarse en una población, «no es muy alto en ningún lado» de Ecuador.

«En este momento hemos logrado reducir esa transmisión en la mayoría de (las 24) provincias del país», dijo Solórzano.

Detalló que el RT más alto que registró el país fue la semana pasada, de 1,43 en la provincia del Azuay (sur), pero en el resto de las provincias el indicador está por debajo de 1 hasta 1,01.

«Entonces eso nos ha permitido reducir la velocidad de transmisión, lo que significa menos contagios, menos muertos, pero estamos en medio de una epidemia y en las epidemias la gente enferma y muere», apuntó.

En ese sentido, aclaró que la pandemia «no ha cesado», y al ser dinámica, los casos positivos suben y bajan dependiendo de la velocidad de transmisión del virus.

«Por eso sí quiero ser muy claro, no hay que confiarse ni bajar la guardia. Todos los días hay que practicar las medidas de prevención», subrayó el viceministro.

Ecuador, el octavo país más golpeado por la pandemia en América Latina, sumó hoy 113.206 casos de contagio y 6.971 fallecidos confirmados con pruebas PCR, de biología molecular, según el reporte diario del Ministerio de Salud.

La mayoría de los contagios se concentra en la ciudad de Quito, capital del país y actual epicentro de la COVID-19 en Ecuador, que registra 23.583 casos positivos, 366 más que el miércoles.

Solórzano, indicó que el aumento de contagios en Quito se debe a que en las últimas dos semanas brigadas médicas intensificaron la búsqueda de infectados como parte de un rastreo e identificación temprana de casos para contener la expansión del virus.

«Realmente no es brote», puntualizó la autoridad, quien añadió que en Quito ha bajado la presión sobre la demanda de camas hospitalarias para atender a pacientes con la COVID-19.

Sin embargo, en las Unidades de Cuidados Intensivos no existen camas disponibles.

«En Quito seguimos en el límite», señaló Solórzano.