(Sputnik) — La explosión en el puerto de Beirut dejó sin hogar a unas 300.000 personas, afirmó el gobernador de la capital libanesa, Marwan Abboud.

«Cerca de 300.000 personas han tenido que abandonar sus hogares en la capital del Líbano después de la explosión en el puerto», afirmó Abboud citado por el canal Al Mayadeen.

El gobernador agregó que el daño por el siniestro supera los 3.000 millones de dólares.

Este 5 de agosto Abboud ya había estimado el daño de la explosión en el puerto en entre 3.000 y 5.000 millones de dólares, según comunicó el portal LBCI Nеws.

El gobernador afirmó además que 10 rescatistas fallecieron tras la explosión en el puerto de la ciudad.

Crisis de harina

A su vez, el director general del Ministerio de Economía declaró que el Líbano no afrontará una crisis alimenticia tras la desastrosa explosión que se produjo en el puerto de Beirut, donde se almacenaban silos de harina.

«No estamos afrontando una crisis de harina. Disponemos de unas 35.000 toneladas de harina. Además hay cuatro barcos cargados con otras 25.000 toneladas de harina, la que procuraremos llevar directamente el puerto de la ciudad de Trípoli», dijo al portal noticioso LBCI News, al comentar la situación alimenticia en el país tras los trágicos acontecimientos de la víspera.

El ministro de Economía de Líbano, Raoul Nehme, a su vez declaró que el análisis efectuado por su ministerio y otras estructuras del país permite afirmar que las existencias de harina disponibles podrán satisfacer las demandas del mercado interno durante un largo tiempo.

«De ahí que no exista una crisis vinculada con falta de harina ni pan», subrayó.

El 4 de agosto en el puerto de Beirut se produjo una potente explosión, precedida por un pequeño estallido. Según estimaron sismólogos jordanos, la segunda explosión liberó una energía equivalente a la de un sismo de magnitud 4,5.

El gobernador de Beirut afirmó que las explosiones afectaron la mitad de los edificios de la capital libanesa.

El primer ministro del país, Hassan Diab, declaró que la explosión se debe al almacenamiento inadecuado de las 2.750 toneladas del nitrato de amonio durante seis años.