Agencias

China anunció este lunes sanciones a once funcionarios estadounidenses por inmiscuirse en los asuntos de Hong Kong después de que Washington hubiese tomado medidas similares el pasado viernes contra otros tantos altos cargos de la ciudad autónoma china.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Zhao Lijian, detalló que las referidas medidas entrarán en vigor este lunes y afectan, entre otros, a los senadores republicanos Ted Cruz y Marco Rubio.

También son objeto de sanciones los senadores republicanos Josh Hawley (por Arkansas), Tom Cotton (por Missouri) y Pat Toomey (por Pennsylvania) y el representante en el Congreso Chris Smith.

Zhao añadió a la lista al presidente de la Fundación Nacional para la Democracia, a Carl Gershman, organización creada para contribuir a la lucha contra el comunismo en la Guerra Fría; a Derek Mitchell, presidente del Instituto Democrático Nacional, y a Daniel Twining, presidente del Instituto Republicano Internacional.

Por último, se refirió al director ejecutivo de la ONG Human Rights Watch, Kenneth Roth, quien tiene prohibida su entrada en Hong Kong desde enero de este año, y a Michael Abramowitz, presidente de la Casa de la Libertad.

Pekín responde así a la Administración de Donald Trump contra once funcionarios vinculados al gobierno chino, entre ellos la jefa del Gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, por el recorte de derechos y libertades en la antigua colonia británica.

Lam fue sancionada como «responsable directa de implementar las políticas de Pekín de supresión de la libertad y los procesos democráticos», según la nota del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, en referencia a la polémica Ley de Seguridad Nacional impuesta por China.

Popr otro lado, Kenneth Roth, una de las personas sancionadas respondió al anuncio de estos castigos «no especificados» describiéndolo como una maniobra de distracción frente al «asalto» de derechos y libertades en Hong Kong, en alusión a la detención de disidentes o al aplazamiento sin fecha de las elecciones locales.

«Que me sancionen a mí es una mera nota a pie de página», apuntó el director de HRW en su cuenta de Twitter.