Agencias
Toby Ord es un filósofo de la Universidad de Oxford que asesoró a la OMS y el Banco Mundial. Por eso, en vez del fin del mundo o del apocalipsis, él habla del «colapso de la civilización».
Los matices son importantes para alguien que se dedica a analizar las diferentes formas en que podríamos extinguirnos. Y si hay más posibilidades de que un asteroide destruya la Tierra, que de que haya una explosión supervolcánica o de que otra pandemia diezme el planeta.
En su libro, «The Precipice», Ord asegura que «hay una posibilidad entre seis de que nos extingamos en este medio siglo».
Para evitar las almas del fin del mundo, decidió llamarlo «colapso de civilización», debido a que sus cálculos coinciden en que es mucho menos la posibilidad de que esto sucederá por causas naturales a que suceda en manos del hombre.
Por ejemplo señala que el riesgo de que un asteroide termine con la humanidad es de 1 en 1 millón, pero cuando se analizan los riesgos del hombre se vuelven altos como: 1 entre mil para una guerra nuclear o cambio climático, 1 sobre 30 para una pandemia provocada forma intencionada o bien 1 en 10 de la inteligencia artificial fuera de control.
«Eso también significa que hay cinco posibilidades entre seis de que sobrevivamos como especie. Europa sobrevivió en la Edad Media perdiendo del 25 al 50% de su población en la Peste Negra, lo que podría significar que para desencadenar el colapso de la civilización requeriría más del 50% de mortalidad en todas las regiones del mundo» dijo en una entrevista al diario español El Confidencial.
Ord considera que los humanos llevamos decenas de miles de años sobreviviendo a las pandemias, por lo que no cree que estas sean amenaza de extinción, pero sí llegan a convertirse en devastadoras.
«La inteligencia artificial es más peligrosa que las pandemias. Igual que las armas biológicas, la inteligencia artificial puede suponer en los próximos 50 años riesgos nuevos que aún desconocemos y en cuya prevención apenas estamos invirtiendo: la humanidad gasta más cada año en helado que en que prevenir que las nuevas tecnologías no nos destruyan» agregó.
Sin embargo, Ord es optimista, porque cree que el fin del mundo puede evitarse. La mala noticia es que nunca ha sido tan fácil como ahora que nos extingamos.
El filósofo insiste en que alejarnos del precipicio depende de las decisiones que tomemos ciudadanos y gobiernos. Además de invertir en prevención, propone una solución preliminar:
«No elegir políticos que actúen como adolescentes sería un buen comienzo para garantizar el futuro de la humanidad. En otras épocas daba igual cómo de malos fueran los gobernantes, antes no tenían el poder de destruirlo todo. Y no podremos sobrevivir muchos siglos con el nivel de poder que estamos acumulando si no aumenta también la toma de conciencia del peligro. Estamos en un nivel insostenible de riesgo en manos de un grupo de adolescentes. Y los adolescentes no son buenos pensando en el largo plazo».