Agencias

Li Zuocheng, un alto cargo del Ejército de China, aseguró este viernes que Pekín tomará la decisión de atacar Taiwán en caso de que no haya otra forma de detener el secesionismo.

En una rueda de prensa, Li justificó una posible intervención militar en la isla si «la posibilidad de una reunificación pacífica se ha perdido». En ese caso, dijo, «las Fuerzas Armadas tendrán que tomar las medidas necesarias para acabar con cualquier plan de independencia o detener acciones secesionistas».

Para ello, el Gobierno chino podría apoyarse en una ley aprobada en 2005 que permite al gigante asiático intervenir militarmente si Taiwán trata de independizarse o lleva a cabo acciones «secesionistas».

«No prometemos abandonar el uso de la fuerza, nos reservamos la posibilidad de tomar todo tipo de medidas para estabilizar situación y controlarla en el estrecho de Taiwán», matizó el alto jefe militar, uno de los pocos en tener experiencia en combate.

Por su parte, Li Zhanshu, que preside el Parlamento chino, expresó que Pekín nunca permitirá el uso de la fuerza, en cualquier forma, para separar Taiwán de China. Para Pekín, la presidenta de Taiwán, Tsai Ing Wen, es una separatista que busca la independencia de la isla.

En un discurso dado en Taipéi la semana pasada con motivo de la inauguración de su segundo mandato, Tsai señaló que Taiwán no puede aceptar convertirse en una provincia más de China bajo su lema ‘un país, dos sistemas’.

Cabe mencionar que China no reconoce a Taiwán como nación independiente y la considera como una provincia rebelde desde el año 1945.

Taiwán tiene relaciones oficiales no diplomáticas con la Unión Europea y al menos 47 países más que, aunque reconocen a la República Popular de China, mantienen oficinas económicas, comerciales o culturales en Taiwán.